Una serie de asociaciones del lobby LGTB quiso hacer un escarmiento público y la llevaron ante la justicia por "discurso de odio". Fue condenada en diciembre de 2015. Ella apeló. El tribunal de la apelación en noviembre de 2016 ratificó la condena y le puso una multa de 5.000 euros. Ella recurrió al Tribunal de Casación, el más alto tribunal francés.
Y ahora, por fin, este tribunal da la razón a Christine (y se la quita a los dos anteriores).
Los jueces escriben: "la declaración denunciada, aunque sea escandalosa, no contiene, ni siquiera en forma implícita, una apelación o una exhortación al odio o la violencia con respecto a los homosexuales", por lo que "el Tribunal de Apelación ha malentendido el significado y el alcance del texto".
Y es que el texto de la entrevista era muy claro: se critica "la homosexualidad", no a la persona, ni mucho menos se llama al odio.
"Yo jamás he condenado a un homosexual, jamás, eso no es posible", decía ella en la entrevista. "La homosexualidad es una abominación, pero no la persona. En mi fe, la persona homosexual es tan amada por Dios como yo lo soy. La homosexualidad no tiene que ver con el juicio que hago de los homosexuales, que son mis hermanos, mis amigos y que tienen una dignidad tan grande como la de los que tienen otros comportamientos homosexuales".
Es asombroso que un párrafo en el que se llama a los homosexuales "amados por Dios", "mis hermanos y amigos", "con dignidad tan grande"... fuera condenado y multado por dos tribunales por "incitar al odio". Solo ahora el más elevado pone orden.
Christine Boutin en una de las manifestaciones contra la redefinición del matrimonio en Francia en 2013
Así Boutin ha ganado, para todos, lo que reivindicaba: "el derecho a hacer un juicio moral sobre la homosexualidad"... igual que se pueden hacer juicios morales sobre tantas otras cosas.
"La Corte de Casación ha anulado las condenas que me implicaban por haber citado el Antiguo Testamento. El máximo jurado francés acaba de confirmar que la libertad de expresión y la conciencia aún existen en Francia", ha anunciado, satisfecha, en su cuenta de Twitter.
Por el contrario, los abogados de los lobbies LGTB se lamentan: "Estoy muy decepcionado con esta decisión, ya que dice que podemos soltar un discurso homofóbico", se queja Etienne Deshoulières, abogado de la asociación LGBT Mousse. También se queja Clemence Zamora-Cruz, portavoz del lobby Inter-LGBT: "Esta no era la primera vez que hacía comentarios extremos sobre homosexuales". La operación "escarmiento público", después de casi 4 años de persecución en los tribunales, no fructificó.
Boutin anunciaba en octubre que dejaba la política para dedicarse a estudiar teología, después de muchos años de activismo. Boutin se hizo conocida por enarbolar con la Biblia en la mano la defensa de la familia en la Asamblea Nacional en 1998 durante el debate del Pacto Civil de Solidaridad, y que abrió la puerta a las uniones homosexuales.
Durante el debate previo a la aprobación del matrimonio homosexual en Francia, participó activamente en la Manif pour Tous, el movimiento profamilia que sacó a cientos de miles de personas a las calles. Pronunció varios discursos e incluso fue víctima de las cargas policiales y el lanzamiento de gases lacrimógenos por parte de la Policía enviada por el gobierno socialista.
Boutin es atendida tras las cargas policiales durante la marcha profamilia de la Manif pour Tous
También en España, el pasado mes de octubre de 2017, la Audiencia Provincial de Murcia sobreseyó la denuncia de un lobby gay contra el presidente de la Universidad Católica de Murcia, José Luis Mendoza, que en el discurso inaugural de 2015 dijo que “el mal llamado matrimonio homosexual es una abominación a los ojos de Dios” (léalo aquí).
La sentencia judicial afirmaba: “el querellado al decir esa frase no está mostrando desprecio hacia el colectivo en sí, ni tampoco está incitando a la discriminación hacia él o provocando una acción violenta contra el mismo, sino que expone su oposición al matrimonio homosexual entre personas del mismo sexo y desde el punto de vista puramente ideológico o teológico”.
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