La American Journal of Psychiatry, importante publicación especializada editada en Estados Unidos, acaba de publicar un estudio que confirma los graves efectos del uso de anticonceptivos hormonales. Según los datos que facilita, su utilización puede llegar a triplicar el riesgo de suicidio de una mujer.

El estudio ha sido realizado por investigadores daneses para la Association of Hormonal Contraception With Suicide Attempts and Suicides.


Los autores de la investigación afirman que el conocido como parche hormonal es en la actualidad el método anticonceptivo de tipo hormonal más vinculado al suicidio. Concretamente, este método consiste en una banda autoadhesiva que se coloca sobre la piel y que va liberando de manera regular hormonas que modifican el ciclo de fertilidad de la mujer.

Tras el parche, aparecen el DIU, el anillo vaginal y la píldora anticonceptiva como otros métodos que tienen incidencia en los intentos de suicidio de las mujeres que los utilizan.


Los parches hormonales, como el de la imagen, es el que según estudio está más relacionado con el aumento de los intentos de suicidio

Las conclusiones muestran un dato revelador pues son “las mujeres adolescentes más sensibles que las adultas a la influencia de los anticonceptivos hormonales con respecto al primer intento de suicidio”.

Esto se produce debido a que los anticonceptivos hormonales pueden “aumentar la influencia de cualquier factor adicional que pueda causar trastornos de estado de ánimo”, algo mucho más frecuente durante la adolescencia, “periodo caracterizado por los cambios endógenos de las hormonas sexuales”, recoge LifeSiteNews.


El estudio incide en que “la anticoncepción hormonal puede tener una influencia directa en el neurotransmisor y el sistema hipotalámico-pituitario-adrenal que participan en la regulación del estrés y la neurobiología del comportamiento suicida”.

Por último, los investigadores constatan que la anticoncepción hormonal no sólo aumenta la posibilidad de suicidio sino que también existe un mayor riesgo de sufrir coágulos de sangre, aumento de peso, disminución de la libido e incluso cambios en la atracción.