El último debate en Francia sobre la diferencia entre la laicidad razonable y la ideología laicista radical se está dando respecto a un monumento levantado en 2006 en Ploërmel (Bretaña), una escultura que muestra a San Juan Pablo II bajo un arco con una cruz. A su pies está escrita en francés la frase con la que se presentó ante el mundo: "No tengáis miedo".
Una asociación laicista regional de tintes masónicos (www.lp56.fr) denunció a la municipalidad por ir contra la "laicidad del Estado" y un tribunal de Rennes, y luego el Consejo de Estado, han ordenado al ayuntamiento ahora quitar la cruz (y pagar 3.000 euros a la asociación laicista), aunque se dejaría la figura del Papa.
El tribunal se remite a una ley de laicidad de 1905, hace más de un siglo, anterior a las Guerras Mundiales, la descolonización, la Unión Europea, la Caída del Muro... La asociación también está en campaña contra el Valle de los Santos, que levanta docenas de estatuas colosales de santos en una colina en el centro de Bretaña [lea aquí nuestro reportaje de este lugar tan especial].
Kamel Abderrahmani, un joven argelino radicado en Francia, musulmán y comentarista frecuente en la agencia AsiaNews sobre la actualidad religiosa francesa, ha criticado esta decisión laicista y anima a los cristianos a actuar. "Pienso que los cristianos deben reaccionar para mantener esa cruz, porque una cruz sobre la cabeza de un hombre santo como lo fue Juan Pablo II no molesta ni a hebreos ni a musulmanes ni a la ley de 1905", afirma.
El alcalde de Ploërmel, Patrick Le Diffon (de Los Republicanos), dijo a AFP que no descartaba llevar el caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. "La estatua hace 12 años que es parte del paisaje de Ploërmel, no molesta a los habitantes. Por el contrario, es un activo turístico innegable para el municipio", explicó. Además, "este edificio es una obra de arte. Se necesita la autorización del artista para modificarlo", declaró. El artista es el escultor ruso Zourab Tsereteli.
Muchos franceses están protestando desde la cuenta de Twitter #MontreTaCroix (Muestra tu Cruz), enseñando cruces históricas en lugares públicos y emblemáticos de toda Francia. (Pueden verse aquí).
Incluso la primera ministra polaca, Beata Szydlo, se pronunció el 28 de octubre declarando que su país se ofrecía para acoger el monumento sin censurar. «El dictado de la corrección política -de la secularización estatal da un espacio a valores extraños a nuestra cultura y conduce al terror en la vida cotidiana de los europeos», advirtió Szydlo. Recordó que Juan Pablo II advirtió de que la democracia sin valores conduce al totalitarismo y que ese «gran polaco y gran europeo» es símbolo de la Europa unida y cristiana.
Publicamos a continuación la argumentación de Kamel Abderrahmani contra la retirada de la cruz, en la que interpreta el concepto francés de "laicité", que efectivamente remite a una legislación muy antigua y sin relación con la del resto de países europeos, donde lo común es la aconfesionalidad del Estado, o una confesionalidad que respeta la libertad religiosa.
por Kamel Abderrahmani
El diccionario Larousse define laicidad así: “Concepción y organización de la sociedad fundada sobre la separación de la Iglesia y del Estado y que excluye a las iglesias del ejercicio de cualquier cargo político o administrativo y en particular de la organización de la enseñanza”.
Dicho de otro modo, en un Estado laico, lo religioso no interviene en lo que es político, lo político permanece neutro frente a las religiones y el Estado reconoce la existencia de una o más religiones pero ellas no tienen ningún derecho de intervenir en sus asuntos.
Parece que esta concepción de la laicidad comience a oscurecerse o casi a desaparecer. La laicidad hoy está instrumentalizada y si persiste de este modo, se convertirá en enemigo de las religiones.
Asistimos a una grave deriva de la laicidad francesa. De otro modo, ¿como explicar que también el origen de la sociedad francesa sea atacada?
En Ploërmel, en Morbihan, en la región de Bretaña, Su Santidad Juan Pablo II ya no está en olor de santidad. El Consejo de Estado ordenó al intendente de la municipalidad proceder a retirar la cruz que está colocada sobre el monumento estatua del Papa. El monumento que mide casi 8 metros, fue construido en 2006 en una plaza pública de Ploërmel. Este fue un regalo del escultor ruso Zurab Tserreteli al intendente de la época, Paul Anselin. Desde su instalación no cesó nunca de ser objeto de controversias y de tensiones en esta pequeña municipalidad.
Alentado por la asociación laicista “Federación del pensamiento-libre”, el 30 de abril el tribunal administrativo de Rennes ordenó a la municipalidad de Ploërmel proceder a retirar la estatua, por el hecho que el arco (del monumento) tiene una cruz “símbolo de la religión cristiana”, presentando un “carácter de ostentación”. Tal juicio fue anulado 8 meses después por la corte administrativa de Nantes.
El miércoles pasado, 25 de octubre, el Consejo de Estado por lo tanto decidió anular la anterior anulación y ordenó proceder a retirar la cruz y no de toda la estatua. Según la decisión del Consejo, la cruz, a diferencia del arco, “constituye un signo o emblema religioso cuya instalación es contraria al Art. 28 de la ley del 9 de diciembre de 10905”, relativa a la separación entre la Iglesia y el Estado.
La municipalidad tiene 6 meses para proceder a desmontar la cruz del monumento. Deberá pagar además 3.000 euros a los demandantes. ¡Una cruz contraria a la ley de 1905! "Felicidades" a los legisladores del Consejo de Estado.
¿Asistimos a una deriva de la laicidad francesa? Ayer la tomaron contra los musulmanes, contra los judíos y hoy contra el cristianismo. Pero no hay ninguna religión que sea una amenaza para la laicidad.
Este laicismo que quiere destruir todo carácter cristiano de la sociedad francesa y que quiere poner en conflicto a la laicidad con la religión, arriesga tener o llegar a consecuencias negativas. Pienso que los cristianos deben reaccionar para mantener esa cruz, porque una cruz sobre la cabeza de un hombre santo como lo fue Juan Pablo II, no molesta ni a hebreos, ni a los musulmanes, ni a la ley de 1905.