Se trata del caso de Evelin Beatriz Hernández Cruz, cuyo caso está siendo utilizado por la propaganda abortistas como se puede ver a continuación. “La ley anti-aborto en El Salvador solamente está causando dolor y sufrimiento a innumerables mujeres y niñas y sus familias. Esta ley va en contra de los derechos humanos y no tiene lugar en este país ni en ningún otro”, decía Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional, sobre este caso.
Sin embargo, la realidad de este caso es muy diferente y mucho más triste que lo que se cuenta. Y la Fiscalía lo explica perfectamente. En El Salvador el aborto está prohibido y la pena máxima, según la ley, a la que se podría enfrentar a una mujer por abortar sería a ocho años de prisión.
Sin embargo, ¿por qué esta joven que se ha convertido en un símbolo para grupos como Amnistía Internacional ha sido condenada a 30 años? Simplemente porque no ha sido condenada por abortar sino por “homicidio agravado”.
Su hijo nació, aunque en una fosa séptica donde la madre abandonó todavía con vida al bebé. Según el informe de la Fiscalía, el pequeño “fue encontrado ese mismo día, en el fondo de la fosa séptica de la vivienda de la incriminada”.
Además, añade que “el informe forense determinó que el niño nació vivo y que falleció a causa de haber aspirado material fitógeno, que no es más que heces fecales”. Y por si quedaba algún tipo de duda, se asegura que “la pericia forense determinó que el bebé ya en el fondo de la fosa respiró y aspiró”.
A pesar de ello, la joven negó que hubiera estado embarazada ni que hubiera dado a luz. “Incluso después de ingresar con hemorragia al Hospital ‘Nuestra Señora de Fátima’ de Cojutepeque, el seis de abril del año dos mil dieciséis, y de diagnosticarle un parto vaginal intradomiciliar, negó que hubiera estado embarazada. Incluso, la mamá llevó la placenta al centro hospitalario, cuando trasladó a la incriminada para que recibiera la asistencia médica”, afirma además dicho informe.
El caso de esta joven está siendo utilizado para presionar al gobierno salvadoreño para que legalice el aborto
Finalmente, se ha conocido también que la joven no había sido violada sino que mantenía una relación con un chico. Y aunque desde Amnistía Internacional aseguran que este “es ejemplo escalofriante de la necesidad de abolir urgentemente la retrógrada ley anti-aborto en El Salvador”.
Pero la realidad es que “otras de las pruebas testimoniales determinaron que la promotora de salud, visitó a la imputada en varias ocasiones por los rumores de que estaba embarazada, pero la imputada negó su estado de gravidez y a someterse a los controles”.
Por todo ello, la Justicia ha determinado que la joven actuó “con dolo, en contra de la vida de su hijo” ya nacido.
La presidenta de Salvar el 1, Rebecca Kiessling, asociación provida que cuenta el testimonio de mujeres embarazadas por violación, denuncia la manipulación que se hace de estos casos para promover el aborto.
“Seguramente, hay muchas cosas que no sabemos en este caso particular. Pero de lo que no nos cabe la menor duda es de que nuevamente una joven y su hijo fallecido han sido utilizados por los promotores del aborto a través de la mentira y de la recreación de una situación y una historia falsas desde el comienzo”, asegura.