La CUP, la formación independentista antisistema que desde septiembre de 2015 con sus diez diputados autonómicos resultan claves para el gobierno de la antigua Convergència y para Esquerra Republicana, ha logrado titulares en toda España y en la prensa extranjera con la propuesta de sus delegados en el barrio de Ciutat Vella de confiscar la catedral de Barcelona y dedicarla "a una escuela de música o un economato".

La propuesta fue rechazada en el pleno del distrito de Ciutat Vella y los delegados de la CUP se quedaron solos. Las críticas llegaron incluso de otros políticos de la formación antisistema, como la diputada autonómica Gabriela Serra que en su cuenta de Twitter defendía el derecho de “las iglesias y las mezquitas con culto abierto” a “abrirse a sus creyentes”.


Explica el digital ForumLibertas que el consejero de la CUP en Ciutat Vella, Joan Suqué, lamentó en el pleno la “incredulidad y mofa” de la propuesta. En tono lastimero se mostró satisfecho de no pertenecer al grupo de Whatsapp de los consejeros del distrito ni de ir a cenar con quienes consideran “chorradas cosas que nosotros nos tomamos de buen corazón” . 

Las razones de la CUP para confiscar la catedral (la propiedad privada, amparada por “el Concordato y las leyes franquistas” de un edificio con valor patrimonial) no convencieron a nadie... por esta vez.


Entre las bromas y reacciones de la clase política hubo variedad. “¿A qué esperan a okupar la catedral?”, le espetó la representante de Ciutadans. “Impresionante y surrealista. Han conseguido montar un show. Ustedes siguen el camino de Ada Colau”, dijo la consejera del PP. De “propuesta chorra” la calificó el Partit Socialista. De “astracanada”, la tachó el PDCat, antigua Convergència.

Más comedidos, igualmente en contra pero sin utilizar calificativos, se mostraron los portavoces de ERC y de la izquierda que gobierna Barcelona, BComú. Este último se limitó a anunciar el sentido de su voto, pero posteriormente, hizo constar su enojo cuando los vecinos que tomaron la palabra –sospechosamente en sintonía con el consejero de la CUP– quisieron dar a los comunes (el partido de izquierdas populistas y postcomunistas de Ada Colau) “lecciones morales”.

Antes del pleno de Ciutat Vella, el alcalde accidental, Gerardo Pisarello, en una entrevista en Catalunya Ràdio, había calificado la propuesta de “un poco irresponsable”. “Me gustaría saber –dijo el número dos del Ayuntamiento– si la CUP estaría dispuesta a expropiar las iglesias de Berga [donde gobierna] o si en la partida presupuestaria que se ha pactado con el Govern de la Generalitat se incluye la indemnización para expropiar Montserrat”.

"Mejor no dar ideas", comentan en ForumLibertas.


El arzobispado de Barcelona explicó en un comunicado que la catedral “es uno de los lugares de culto en Europa en el que se celebran diariamente más actos litúrgicos tanto para los feligreses barceloneses como para cristianos extranjeros que visitan la ciudad”. “Se celebran diariamente cinco misas los días laborables y seis los domingos, vigilias y festivos. En total, cada año se celebran 1.668 misas". El decano de la Catedral, Josep Ramon Pérez, el miércoles explicaba a agencia Efe: “La catedral es la que más culto tiene en Europa y cada año pasan más de un millón de personas que participan en actividades religiosas, de las que medio millón son barcelonesas”. 

Lea también AQUÍ: ¿Expropiar la catedral? 12 ejemplos de lo que pasa cuando los comunistas toman un templo histórico