Ya en febrero la alcaldesa Manuela Carmena adelantaba que el Ayuntamiento dedicaría 3,5 millones de euros al evento, de los que 700.000 se entregarían a una patronal gay (AEGAL, la Asociación de Empresas y Profesionales para Gays y Lesbianas de Madrid). Otras administraciones también se han volcado en el evento con dinero público y el Partido Popular que gobierna la región expresó su absoluta devoción al encuentro.
El poder regional y municipal de Madrid al servicio del lobby gay y su ideología... para ello, hinchan las cifras de asistencia
Una de las medidas más difundidas fue la apertura del Metro de Madrid en horarios muy ampliados, lo que ha tenido un coste de 400.000 euros. Durante el fin de semana del 1 y 2 de julio, por primera vez en su historia, el suburbano abrió durante 24 horas.
Fue un coste desproporcionado e innecesario, si atendemos a las cifras que ha dado en rueda de prensa el consejero de Transportes, Infraestructuras y Viviendas, Pedro Rollán, este lunes.
Un sábado corriente, el Metro de Madrid registra 1,4 millones de viajes. El sábado 1 de julio, día grande del Orgullo Gay, hubo 1,64 millones, es decir, 240.000 viajes más. De ellos, 70.000 viajes corresponden a los trasnochadores y juerguistas incansables que se trasladaban entre las 2 y las 6 de la mañana.
Eso no es mucho: «Fueron un poquito menos que los que se desplazan en un día de partido de fútbol», dijo Pedro Rollán.
Esa cifra de 70.000 trasnochadores coincide bastante con la cifra de plazas hoteleras de Madrid: la capital y su entorno tienen 81.000 plazas hoteleras. Periodistas de La Gaceta telefonearon a varios hoteles y hostales durante el Orgullo Gay y en todos ellos había plazas libres: la capital no estaba repleta. ¿Dónde estaban entonces los supuestos 3 millones de participantes?
Para salir de los mundos de fantasía del lobby LGTB, es bueno recordar que, por ejemplo, la gran marcha del Orgullo Gay de 2010, que fue contabilizada por la empresa Lynce, contó con 51.500 personas. Puede que mucha gente (heterosexual) de pueblos de Castilla y otras ciudades haya acudido a Madrid buscando fiesta en estos días, pero no muchos han pernoctado en la capital.
El mismo Pedro Rollán hace una comparación con el último macroevento madrileño: la JMJ 2011 de jóvenes con el Papa Benedicto XVI.
Aquel evento duró 7 días y contabilizó 6 millones de desplazamientos extra en metro.
En cambio, el Orgullo Gay ha durado 10 días y ha aportado solo 1 millón de desplazamientos extra en metro.
En la JMJ 2011 había 330.000 jóvenes que venían de fuera de la ciudad y se alojaban en colegios, parroquias, polideportivos, etc... y hasta 6.000 instalaciones distintas. El resto de los asistentes eran madrileños o de lugares cercanos con alojamiento propio.
En el ayuntamiento de todos los madrileños, la bandera de un lobby particular con intereses muy particulares
El Orgullo Gay ha generado mucha basura física: 469 toneladas (el año pasado fueron 300 toneladas). Se ha recogido con eficacia pagando con dinero del contribuyente 3.228 jornadas laborales extra y 915 jornadas de maquinaria.
Los médicos del Samur-Protección Civil, que en el Orgullo del año pasado atendieron a 208 personas con accidentes, traumatismos o intoxicaciones, atendieron esta vez a casi el doble: 445 personas.
La Policía Nacional desplegó una media de 1.200 agentes diarios, excepto el pasado sábado, que fueron casi el doble.
Esa enorme cantidad de policías logró que fueran escasos los episodios violentos: solo 20 detenidos, por riñas tumultarias, amenazas, lesiones y delitos contra la salud pública. Se arrestó a 5 jóvenes que fueron groseros y agresivos con homosexuales y se detuvo, dice la Policía, a uno de los vendedores de droga más importantes en la zona centro de la capital.
(En la JMJ también hubo detenidos: eran 8 agresivos anticlericales que insultaban y agredían a los jóvenes peregrinos e hirieron a tres policías).
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