En la nota difundida por la diócesis de Burgos el 29 de mayo se anunciaba que con los nuevos poderes recibidos como comisario, el arzobispo Mario Iceta prohibiría "expresamente el acceso y permanencia en los monasterios y todos sus inmuebles de los señores Pablo de Rojas y José Ceacero y cualquier otra persona vinculada a la Pía Unión de San Pablo Apóstol".
Ni la nota ni la rueda de prensa del mismo día explicaban cómo puede la diócesis impedir que entren o se queden en el convento de las clarisas de Belorado Pablo de Rojas, que ejerce de pseudo-obispo en una pseudo-iglesia encabezada por él mismo, y su colaborador José Ceacero.
En declaraciones por teléfono a José Ramón Navarro-Pareja, el redactor de Religión del diario ABC, Pablo de Rojas se muestra desafiante: "Nosotros seguiremos en Belorado, el capellán estará allí y dirá la misa como lo hace habitualmente, mientras un juez no diga nada en contra, y como no lo pude decir, seguirá todo como hasta ahora". Incluso anuncia que pretende celebrar el jueves de Corpus Christi en Belorado.
Las clarisas rebeldes han declarado que no reconocen a la Iglesia Católica, al arzobispo Iceta ni al Papa y que su jerarca eclesial es ahora Pablo de Rojas. Y Rojas afirma al periodista de ABC: "Después de las declaraciones del señor Iceta, voy camino a Belorado. Basta que diga que no esté para que vaya. Voy para apoyarlas y quedarme allí hasta que todo se tranquilice".
Hay un encono personal en el asunto, porque ya en 2019, siendo aún obispo de Bilbao, Mario Iceta decretó la excomunión de Pablo de Rojas por su actitud cismática contumaz.
Pablo de Rojas con una mitra episcopal de estilo antiguo en una foto que difunde en el Facebook de su asociación.
"Prima el derecho civil sobre el canónico"
Pablo de Rojas expone que estas clarisas "no aceptan a Iceta como comisario", más aún, "ni reconocen a Bergoglio como Papa ni al sr. Iceta como obispo. Por lo tanto, lo que dicen no es vinculante y prima el derecho civil sobre el canónico".
Y añade: "Se está viendo que no tienen capacidad [la diócesis], porque si así fuera habrían depuesto a la abadesa y ya hubieran entrado en Belorado o en cualquiera de las otras dos propiedades".
Para la Iglesia Católica, la madre Isabel ya no es abadesa, su mandato ha terminado. Para Pablo Rojas sí es "la abadesa a efectos legales" y dice que no ha respondido al burofax enviado por la diócesis "porque ya no está bajo su jurisdicción", y que, respecto al monasterio, "la nuda propiedad es de ellas y así aparece en los registros de la propiedad".
Añade, muy detallista en lo que respeta a propiedades, que su patrimonio incluye "tanto el monasterio de Derio, como el de Belorado e incluso el de Orduña, con una compra aplazada pero del que tienen escritura pública mientras un juez no resuelva el contrato".
Iceta anunció que intentaría hablar con cada religiosa, a lo que Rojas responde que no habría inconveniente "si lo concede la abadesa". Descarta que las monjas vuelvan a la unión con Roma: "Las monjas están felices con su decisión", dice.
Un año para montar un cisma
Añade además que la relación de las religiosas con su controvertida agrupación, la Pía Unión, "se lleva fraguando desde hace un año" y que se llevó "con escrupulosa sigilidad (sic)" buscando "no perjudicar a las monjas, y no por nuestra parte, ya que nuestra postura es pública".
Asegura que las clarisas primero contactaron por teléfono y whatsapp con un miembro de su asociación que vive en Vizcaya y que luego su colaborador José Ceacero llevó todo el proceso de "acercamientos" con las religiosas. De Rojas sólo se desplazó a Belorado el 10 de mayo, afirma él.
Por su parte, José Ceacero, colaborador de pablo de Rojas, declaró por teléfono a agencia EFE que es "ilegal" que el arzobispo de Burgos pretenda tener autoridad sobre los conventos y que no han recibido ninguna comunicación oficial ni requerimiento para abandonar el convento de Belorado.
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