A medida que aumentan las tensiones entre Rusia y Ucrania -hoy mismo el Presidente Biden ha pedido que todo el personal diplomático estadounidense no esencial abandone Ucrania-, monseñor Sviatoslav Shevchuk, arzobispo de Kiev-Halych, arzobispo mayor de la Iglesia católica ucraniana, ha reiterado su deseo de una visita papal, la cual cree que ayudará a calmar la escalada y poner fin a un conflicto de casi 8 años. Shevchuk ha participado en una conferencia de prensa esta semana en la que ha estado presente la revista norteamericana Crux, afirmando que no importa si sucede ahora o una vez que se alcance una solución, pero lo que los ucranianos quieren es que “el Papa vaya a Ucrania”, pues es “la mayor autoridad moral del mundo”.
Autoridad moral del Papa
“De todos los líderes religiosos”, incluido el patriarca ortodoxo ruso Kirill y otros patriarcas ortodoxos, “en un país mayoritariamente ortodoxo, la mayor autoridad moral es el Papa Francisco. Todos lo dicen: si el Papa viene a Ucrania, la guerra terminará”, señaló Shevchuk. Y agregó: “El Papa es verdaderamente un mensajero de paz”.
Elogió las iniciativas recientes del Papa con respecto a Ucrania, incluidas las oraciones durante el discurso papal de Navidad Urbi et Orbi y su decisión de designar el 26 de enero como un día de oración y ayuno por la paz en Ucrania. Estos gestos, explicó Shevchuk, fueron “fuertemente sentidos en todo el mundo”.
Monseñor Sviatoslav Shevchuk con el Santo Padre en una visita al Vaticano.
Posible visita papal
“Los gestos son muy elocuentes en sí mismos y visitar Ucrania sería muy hermoso para toda la humanidad”, aunque si bien nadie espera milagros, “necesitamos gestos tangibles”.
Los obispos católicos de rito oriental de Ucrania han estado presionando para una visita papal durante años, y Shevchuk ha señalado que una visita papal podría ocurrir antes de verano, puesto que también el Papa Francisco ha sido invitado a visitar el país por el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy en varias ocasiones.
Conflicto internacional
Como es sabido, en las últimas semanas, Rusia ha acumulado miles de tropas en su frontera con Ucrania, y el número de soldados rusos que rodean el territorio asciende a cerca de 150.000. Rusia ha negado que se esté preparando para una invasión, pero dijo que está lista para tomar “medidas técnico-militares” si la OTAN admite a Ucrania y no retira parte de sus tropas de Europa del Este.
En la rueda de prensa, Shevchuk dijo que la escalada actual con Rusia es diferente a lo sucedido 2014, ya que ahora “no es bilateral, entre Ucrania y Rusia”. En aquel momento, los ciudadanos ucranianos derrocaron al presidente prorruso Viktor Fedorovych Yanukovych y, poco después, Rusia anexó el sur de la península de Crimea en Ucrania y respaldó a los separatistas que tomaron grandes franjas de las regiones orientales del país.
Desde entonces, los bombardeos y los ataques de francotiradores se han convertido en algo cotidiano en el este de Ucrania, hay millones de desplazados y han muerto más de 14.000 personas.
“Si tenemos un avance militar de Rusia”, el objetivo es “cambiar de gobierno, por un régimen leal a Rusia”. Si esto sucede, “para las iglesias, esto significa volver a las catacumbas, perder la libertad religiosa. Recordamos bien la época de la Unión Soviética”, dijo. Ahora “lo que debemos hacer es estar juntos y orar por la paz”. Fue reconfortante saber que los católicos en Rusia también oraban por la paz en Ucrania, dijo, y agregó: “Esta unidad en la oración es una gran fortaleza”.