En plena crisis del coronavirus, grupos laicistas y Unidas Podemos presionan al alcalde socialista de Cáceres, Luis Salaya Julián, para retirar o demoler una gran cruz de 12 metros que está desde 1938 en la Plaza de América de esta ciudad extremeña de 390.000 habitantes.
Unidas Podemos de Cáceres maniobró para que Carles Mulet, un senador activista laicista del partido de izquierda radical valenciana Compromís hiciera en mayo una pregunta parlamentaria al Gobierno de Pedro Sánchez sobre esta cruz cacereña. (Es el mismo senador en campaña contra los capellanes de hospital).
El Gobierno estatal respondió pidiendo que se le aplique la Ley de Memoria Histórica que exige la retirada de monumentos de exaltación al régimen de Franco. Se da la circunstancia de que Compromís ya ha actuado en la comunidad valenciana contra varias cruces: la de Callosa de Segura (Alicante), Vall de Uxó (Castellón) y Parque Ribalta (Castellón). Queda raro que un represante de la izquierda nacionalista valenciana maniobre para actuar sobre la lejana ciudad extremeña de Cáceres.
El hecho es que esta cruz cacereña no tiene ninguna alusión al régimen de Franco desde hace décadas. En 1984 el ayuntamiento colocó en la cruz una placa con el siguiente texto, que es el texto actual: «la ciudad de Cáceres en memoria de sus hijos muertos por la Patria».
La cruz de la plaza de América de Cáceres en la actualidad, y, en blanco y negro, en una fotografía histórica de 1950; hace décadas que no tiene símbolos franquistas
Para los cristianos es un símbolo cristiano, para otros muchos cacereños, un símbolo de sus difuntos, o simplemente un punto de identidad local. Puede ser todo eso a la vez. No incumple nada de la Ley de Memoria Histórica.
¿Gastar 20.000 o 30.000 euros contra una cruz?
Ya varias veces el Ayuntamiento, cuando ha estado gobernado por el PSOE, ha hablado de la posibilidad de retirar la cruz, pero sin decidirse completamente. Además, retirar la cruz costaría entre 20.000 y 30.000 euros según varios cálculos (depende de si se traslada o se destruye) y con la crisis actual no es algo que muchos ciudadanos entendieran, ni siquiera entre los más anticlericales.
[Puedes apoyar una iniciativa en Tufirma.org para impedir el derribo de la Cruz de Cáceres.]
Hay un peculiar equilibrio de poder en Cáceres: de 25 concejales, Unidas Podemos tiene sólo 3 (logró sólo un 10% del voto en 2019) y el PSOE un 34% del voto (9 concejales). Si se ponen de acuerdo todos los demás concejales (del PP, Ciudadanos y no adscritos) pueden bloquear sus decisiones. Cuando hay empate, decide el voto del alcalde socialista (en el cargo sólo desde 2019).
En diciembre, un puñado de activistas de Extremadura Laica y de Unidas Podemos acudieron a la plaza a colocar lazos en las barandillas simbolizando su deseo de que se retire la gran cruz que lleva allí 80 años. Es una forma barata de presionar para arrancar algo de voto de izquierda a los votantes más anticlericales del PSOE.
Pleno municipal online: empate a 12, desempata el alcalde socialista
El tema se ha relanzado este pasado jueves 21 de enero cuando en un pleno online los concejales no adscritos, Francisco Alcántara y Mar Díaz pidieron que el consistorio se declarara a favor de la permanencia de la cruz, con el apoyo de Ciudadanos y PP, pero la ausencia por razones de salud de la concejala del PP, María Guardiola, propició un empate doce a doce, y el alcalde socialista usó su voto de calidad para anular la propuesta a favor de la cruz.
Francisco Alcántara defendió la cruz señalando que está protegida por un Plan General Municipal de 2010, que es un elemento identitario «muy fuerte» de la ciudad y que retirarlo atentaría contra la ley de Patrimonio de 1985.
Una comisión "de expertos" en 2018 emitió un informe considerándola un "símbolo franquista", pero Alcántara dijo que el informe no tenía objetividad y que no es así como lo ven los cacereños. Incluso propuso un referéndum telemático para que los cacereños puedan decidir votando sobre la cruz.
«Jamás he identificado la Cruz con bandos. Nunca la vi como un símbolo religioso, sino como punto de confluencia de Cánovas con varias carreteras», ha resaltado el concejal Teófilo Amores.
La portavoz del partido Ciudadanos, Raquel Preciados, recordó que al ser la cruz un bien protegido «no tiene cabida la demolición o su traslado». El portavoz del PP dijo que quitar la cruz «no es el sentir de una inmensa mayoría de cacereños, para los cuales la cruz forma parte de su día a día». También dos ciudadanos -no concejales- participaron en el pleno hablando a favor del monumento y leyendo un manifiesto ciudadano a su favor.
Muchas personas en Cáceres defienden la cruz de la Plaza América
El concejal de Unidas Podemos, Raúl Martín, declaró que había que quitar la cruz por la Ley de Memoria Histórica y por un acuerdo municipal de 2004. Señaló que "nadie está hablando de derribar, sino de trasladar".
"Me da rubor hablar de esto en pandemia", dice un socialista
El concejal socialista de Patrimonio, José Ramón Bello, dijo que por ese acuerdo de 2004 sí había que retirar la cruz y que en su partido "no tenemos dudas a la hora de decir que aplicaremos la ley [de Memoria Histórica]" pero que con la pandemia no era el momento. «Me da rubor que estemos dedicando una hora del pleno a hablar del traslado de un símbolo franquista, que la población no va a entender la oportunidad de este debate. Debe priorizarse la gestión de la pandemia», ha remarcado el edil.
El concejal no adscrito Teófilo Amores recordó que según las actas de 2004 lo que se acordó no fue retirar la cruz sino solo convocar a un concurso de ideas y un estudio previo sobre posibilidades para reformar la plaza. Amores reiteró algunos de los argumentos utilizados por Alcántara. «Es solo un punto geográfico sin más connotaciones (...) es un lugar de encuentro» de los cacereños. El concejal no adscrito mostró sus dudas de que en este caso se pueda aplicar la ley de Memoria Histórica y llegó a proponer al alcalde que promoviese «un referéndum telemático» para que los cacereños expresen su voluntad sobre si hay que mantener la Cruz en la plaza de América.
Por parte de Vox Cáceres se remitió un comunicado en el que expresan su rechazo «frontal» a cualquier decisión que suponga el derribo o traslado de la Cruz.
Que nadie vea la cruz como algo religioso, pide el alcalde
Todos los que apoyaron la moción también coincidieron en que no es algo prioritario. «No es un tema prioritario, pero debemos estar vigilantes», dijo Alcántara. «Sería irresponsable dedicarle una partida -del presupuesto- en estos momentos», comentó Preciados. «No es algo prioritario», dijo el concejal Mateos, que aseguró que «no hay una demanda social para retirarla».
Curiosamente, tanto el concejal de Unidas Podemos como el alcalde Salaya insistieron en que no se viera a la cruz como un símbolo religioso. «No se puede interpretar como un símbolo religioso», sino "político, de la etapa franquista", dijo Martín. Que nadie plantee la retirada de la Cruz de los Caídos como "un símbolo religioso; es un debate sensible y peligroso como para llevarlo al terreno de los sentimientos religiosos", señaló el alcalde socialista. Y anunció que el debate sobre la cruz "no termina hoy".
[Puedes apoyar una iniciativa en Tufirma.org para impedir el derribo de la Cruz de Cáceres.]
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