Según los datos de Kantar Media, especializada en audiencias, la Santa Misa fue seguida este domingo a través de La 2 por casi 800.000 espectadores, lo que supone un 14,8% del share, es decir, del total de personas que estaban viendo la televisión en ese momento.
Cabe destacar que la audiencia de La 2 era del 3% mientras que La Misa alcanzaba entre el 6 o 7%, por lo que ya antes de que Podemos iniciase la cacería contra este programa ya era el más visto de la cadena.
Este domingo 26 de marzo, la misa que fue retransmitida desde la parroquia de Santiago el Mayor en Toledo congregó ante el televisor a una media de 764.000 espectadores, llegando a tener un pico de 943.000 personas.
Y aunque la audiencia de este domingo es ligeramente inferior a la de los últimos domingos en los que se han batido los registros, la realidad es que este programa ha vuelto a ser lo más visto en su horario entre todas las cadenas generalistas de España, mostrando a Podemos que los españoles quieren que la Eucaristía siga donde está.
Todo comenzó cuando Podemos presentó en el Congreso una proposición para eliminar la Misa de la programación de La 2. Polémica que avivó aún más cuando insistió en sus ataques afirmando "la Iglesia Católica tiene ya bastantes canales en los que emitir misa o lo que quieran porque tienen un enorme poder”, para añadir que “a mí me parece que las televisiones públicas tienen que estar para emitir contenidos culturales, contenidos que defiendan la diversidad y la educación sexual”.
Y agregaba: “Hemos visto a la jerarquía católica en España criticar a las mujeres por defender sus derechos, criticar a las personas que deciden casarse con un compañero o una compañera del mismo sexo, decir que los jóvenes no tienen que usar preservativo en sus relaciones sexuales. Bueno, pues eso, desde la televisión pública, no”.