¿Cómo de serias son las bodas civiles en el ayuntamiento de El Puerto de Santa María (Cádiz)? El pasado 3 de marzo, en plenos carnavales, el edil Javier Botella, de Podemos, ofició un enlace civil disfrazado de cura, con sotana y alzacuellos, a los que añadió unas mejillas de color rojo, como de payaso, y una bufanda del FC Barcelona como estola. Al día siguiente, él mismo difundía por las redes sociales las imágenes.
Además, él lo explicaba así: "Como muchos sabéis como Concejal una de las labores mas simpáticas que tenemos que desempeñar es la de oficiar matrimonios civiles. En lo que llevamos de legislatura habré casado a más de 50 parejas. Bodas de todo tipo, bodas donde los novios han venido en chándal, bodas con pamelas y tocados, a unos holandeses, bodas de conocidos, vecinos, amigos... Pero ayer tuve el inmenso orgullo y placer de casar a uno de esos amigos que se pueden denominar como 'hermanos'(...) Gracias por dejarme coger a tu niña en brazos cuando no tenía ni 24h, por estar siempre ahí y por dejar que te case... en carnaval y con estas pintas".
La imagen de aspecto burlesco-carnavalesco ha coincidido con las polémicas por el Carnaval de Tenerife y su premio a un dragqueen que parodió semidesnudo a Cristo y a la Virgen y se ha reenviado por las redes sociales y whatsapp como un ejemplo de grosería y ofensa contra los símbolos católicos.
- A ver si en la próxima, es usted capaz de ridiculizar el Islam y se viste de imán-, le comentan en un mensaje al edil.
Él responde que ya se disfrazó de imán en 2010 "en la boda de mi hermana" (y adjunta la imagen). Pero le responden: "¿De dónde era usted concejal en 2010?" Porque no es lo mismo hacer payasadas como invitado que como "oficiante".
Javier Botella al principio no sólo no se ha retractado, sino que ha seguido haciendo bromas y subiendo fotos de sus disfraces. "El año pasado me disfrace de princesa Leia y nadie del imperio galáctico se ofendió", comenta.
Pero al extenderse la indignación y existiendo la posibilidad de una denuncia por ofensa a los sentimientos religiosos, ha preferido ir afinando más sus respuestas a la prensa. Así, dice a La Voz de Cádiz: «No hubo intención de crear polémica, ni de ofender o de burlarse de ninguna institución».
Insiste en que todo fue «un guiño a alguien que es más que un amigo, que es un hermano para mí, un simple gesto hacia una persona que le encanta el Carnaval y es del Barcelona». Había hablado con su amigo, el novio, de la fe 'messiana' por el jugador culé Lionel Messi. «En primer lugar me iba a disfrazar de Donald Trump, pero no encontré la peluca y entonces se me ocurrió esta idea porque un alzacuello es fácil de hacer».
En el diario gaditano ya presenta sus disculpas a los que «verdaderamente se hayan sentido ofendidos, porque creo que se quiere politizar este tema y por eso ha llamado tanto la atención. No hubo burla o parodia sobre la Iglesia, simplemente un gesto hacia un amigo y luego el acto procedió cómo debía ser. Yo le pregunté a él y no vio problemas ni tampoco la familia de la novia a la que también advertí».
Lamenta que también se le acuse de desprestigiar una institución como el Ayuntamiento de El Puerto. «Si es así lo siento mucho porque no era mi intención, lo único que quería era que un gran amigo tuviera una boda como le gustaría que fuera. Creo que cada uno se debería casar de acuerdo a lo que realmente quiere. Repito que no hicimos ofenda, ni parodia más allá de disfrazarme y además en época de Carnaval».
Quizá el tema de fondo no sea la ofensa al sentimiento religioso, sino la vacuidad de los rituales laicos y de las bodas civiles, que ya son mayoría en todas las provincias españolas menos Jaén.
En la España del divorcio exprés, en la que disolver el matrimonio civil no requiere ninguna causa y poco esfuerzo, en la que las parejas que cohabitan tienen prácticamente la misma legislación que las casadas, ¿qué significa casarse? Poca cosa, y frívola además, como se ve. Eso explica también que cada vez se casen menos personas... ¿para qué, si viene a ser como una payasada que se hace con un concejal?