El conflicto entre el feminismo clásico, incluso de raíz marxista, y la ideología de género se ejemplifica de modo muy singular en la personalidad de Lidia Falcón, una de las figuras más relevantes del movimiento feminista y comunista en los años 70 y 80.
Licenciada en Derecho y doctora en Filosofía, a sus 85 años ha tenido que declarar ante la Fiscalía de Madrid acusada de un presunto "delito de odio" por la Federación Plataforma Trans y por la dirección general de Igualdad de la Generalitat de Cataluña. En reiteradas ocasiones, Falcón se ha opuesto a aquellas pretensiones de los movimientos transgénero que considera contrarias a los derechos de la mujer, como los vientres de alquiler o la participación en el deporte femenino de competidores biológicamente masculinos.
En febrero pasado, el Partido Feminista de España que ella fundó y dirige fue expulsado de Izquierda Unida, coalición integrada electoralmente en Unidas Podemos (socio del Gobierno de Pedro Sánchez) por oponerse a la Ley de Transexualidad que prepara el Ministerio de Igualdad de Irene Montero, pareja de hogar y Consejo de Ministros del vicepresidente segundo Pablo Iglesias.
Falcón denunciaba en un artículo en Público que dicha ley permita someter a "hormonación y castración" a niños de 4 años, y facilite a “los lobbies de gays, homosexuales, lesbianas y transexuales... fabricar niños a su medida en los vientres de otras mujeres, de las que disponen como si se tratara de ganado".
Varias personas se congregaron para apoyar a Lidia Falcón, desde planteamientos feministas radicales, ante su declaración en los tribunales por oponerse a la ley de transexualidad de Irene Montero.
En una reciente entrevista de Javier Navascués en Ahora Información, Lidia Falcón insiste en que la ideología de género "trata de hacer desaparecer a las mujeres" y "en consecuencia ya no hace falta el feminismo... Si cualquiera puede ser mujer, muchos hombres se convertirán en mujeres. ¿Y eso es de izquierda? ¿Ese es el país que queremos?" También lamenta que la Comunidad de Madrid, que gobierna el Partido Popular, haya aprobado una ley transgénero y se impongan "sanciones administrativas a quien se muestre en desacuerdo".
"Locura" y "negocio"
Falcón considera el "género" como "un concepto lingüístico completamente vacío": "¿Qué es esto de abolir el género? Lo que está haciendo está gente es abolir la realidad. A través de la fecundación, en este mismo instante se determina el sexo de la nueva criatura. Se juntan los gametos los xx y los xy y es el azar el que determina que luego hormonalmente sea un niño o una niña".
"Los hombres y las mujeres nos diferenciamos por los órganos reproductores y sexuales y naturalmente por los caracteres sexuales secundarios que son los que nos presentan ante otras personas como hombres o mujeres. Y eso es así desde hace un millón de años y ahora querer cambiar la naturaleza humana y pretender que se convierta en ley, para que todo el mundo cumpla esa ley, es una locura", añade.
Tras denunciar el "negocio" que suponen los tratamientos de 'cambios de sexo' para compañías farmacéuticas y para las clínicas y médicos que los aplican, incluidas castraciones y mastectomías, Falcón dice que "a nuestros menores hay que protegerlos": "¿Es que acaso es de izquierda hormonar o bloquear la hormonación a los niños? ¿Permitir que los menores de 16 años vean pornografía en Internet?".
En cuanto al deporte femenino, considera "una estafa" y "un engaño" que se permita a hombres biológicos competir contra mujeres: "Espero que las deportistas se pongan a la tarea de denunciarlo... Tienen que protestar porque la mayoría de la sociedad está pasmada y callada. El delito de odio lo aprobó el PP con mayoría absoluta y otros partidos se opusieron pero ahora lo están utilizando. Podemos no estaba en el Parlamento entonces, pero ahora lo utiliza porque les va bien".
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