. O en otras palabras, prostitutas que realicen servicios sexuales en residencias para la tercera edad o en centros que albergan a personas discapacitadas.
Esta propuesta está sobre la mesa en Alemania, la ha realizado la diputada Elisabeth Scharfenberg y está respaldada por su partido, Los Verdes, la formación de izquierdas y ecologista que es actualmente la cuarta fuerza política de la cámara con 63 escaños.
Para esta diputada alemana el sexo pasa a ser una “necesidad básica” que debe estar proporcionada por el sistema público de salud para así satisfacer el “derecho a la salud” que deben tener las personas mayores, estén solas o acompañadas, así como el de las personas con discapacidad mental.
En declaraciones al suplemento dominical de Die Welt, la diputada de Los Verdes se tomaba muy en serio su propuesta y aseguraba que “la financiación de la asistencia sexual es concebible para mí” por lo que explicó que “la autoridad local podría proporcionar asesoramiento y proporcionar subvenciones”.
Scharfenberg habla de financiar con fondos públicos los servicios ofrecidos por prostitutas a las que se les haya otorgado un certificado de “asistencia de servicios sexuales”. Cabe recordar que la prostitución está regularizada en Alemania y que estas “asistentas” ya existían y que el objetivo de Los Verdes es que todos los alemanes paguen el sexo a los ancianos que así lo demanden para el supuesto bien de su salud.
Para beneficiarse de esta “receta” que traería consigo a una prostituta pagada con el erario público la diputada verde pide que el paciente/cliente presente un certificado médico que acredite esta necesidad de sexo por el bien de su salud. Y por otro lado tendría que demostrar que no puede satisfacer sus “necesidades sexuales” de otra manera y que no dispone del dinero para pagar los servicios de las llamadas “asistentes sexuales”.
Este fenómeno se está extendiendo por todo el país pero los profesionales de la atención a estos colectivos cuestionan que el sexo se financie como si se tratara de un medicamento comprado en la farmacia y pretenden que se debata lo que es una necesidad sanitaria real de lo que no lo es.
Precisamente, el partido de Los Verdes, que ha tenido en el pasado responsabilidades de gobierno, tiene un gran historial de polémicas. Destaca sobre todo su defensa y tolerancia con la pedofilia durante los años ochenta y cómo en una de sus conferencias fundacionales se defendió la “legalización de todas las relaciones sexuales y afectivas entre adultos y niños”, tal y como recordaba Aceprensa.
Sin embargo, el mayor auge de la influencia pedófila en Los Verdes se produjo en 1985 cuando la convención del partido en el land de Renania del Norte-Westfalia apoyó oficialmente la legalización de la pedofilia. Del mismo modo, ese mismo año el comité del partido aprobó una declaración en la que se pedía “abolir todas las limitaciones de edad para las relaciones sexuales mutuamente consentidas” puesto que no respetaban “los derechos a la autodeterminación y a la búsqueda de la felicidad de los niños”.
En los 90 la influencia de los pedófilos fue cayendo en el partido hasta que finalmente en 2013 se vieron obligados a pedir perdón por su defensa del sexo con niños.
Más recientemente, los Verdes se han querido convertir en la vanguardia de la ideología de género y para ello presentó un proyecto de ley que pretendía defender la diversidad y la autodeterminación sexual y contra la homofobia y la transfobía. Para ello, proponía que se reconociesen oficialmente 60 tipos de “género” diferentes para pasar de los sexos hombre y mujer a género fluido, andróginos, dos-espíritus, agéneros, transexuales…
La absurda propuesta de Los Verdes quedó de manifiesto con la intervención de un diputado alemán que ridiculizó dicha propuesta poniéndola precisamente en práctica en la tribuna y saludando a los 60 géneros. El vídeo tuvo un gran impacto y sirvió para poner una vez más en evidencia a esta formación de izquierdas.