Malta se ha convertido en el primer país de Europa en prohibir cualquier tipo de ayuda psicológica o de terapia a personas con atracción hacia el mismo sexo que quieren dejar de tenerla.
La nueva ley aprobada por el pequeño estado mediterráneo y que se denomina Ley de Afirmación de la Orientación Sexual, Identidad de Género y Expresión de Género establece que cualquier persona que intente “cambiar, reprimir o eliminar la orientación sexual, la identidad de género y la expresión de género” será multado o incluso condenado a penas de cárcel.
De este modo, cualquier profesional que intente ayudar a un homosexual puede recibir una multa de hasta 9.300 euros y una condena de hasta un año de cárcel. Pero la ley no sólo podría condenar a psicólogos y psiquiatras sino que también castiga a aquellas personas que simplemente animen a una persona con esta orientación a acudir a estos especialistas.
La normativa fija en los 16 años la edad mínima con la que una persona puede pedir un cambio de sexo sin la autorización paterna pues decreta que “ninguna orientación sexual, identidad de género o expresión de género constituye un trastorno, enfermedad o defecto de ningún tipo”.
Por su parte, los defensores de estas terapias de ayuda argumentan que utilizan técnicas de asesoramiento psicológico y únicamente cuando lo solicita voluntariamente la persona afectada.
Aunque Malta es el primer país europeo en establecer este tipo de multas en la Comunidad de Madrid se aprobó el pasado mes de julio bajo el mandato de Cristina Cifuentes una normativa que igualmente prohíbe cualquier tipo de ayuda a una persona que voluntariamente quiera dejar de tener atracción al mismo sexo.