Algo parecido ha ocurrido durante estos días ante la polémica suscitada en Italia después de que en Radio María un sacerdote relacionase el terremoto que ha sacudido recientemente Italia con la aprobación de las uniones homosexuales considerándolo así un “castigo divino”. Y desde el Vaticano han condenado las palabras de este sacerdote.
El padre Giovanni Cavalcoli dijo en antena que “desde el punto de vista teológico estos desastres son consecuencias del pecado original, por tanto se pueden considerar verdaderamente como un castigo del pecado original. También si la palabra no gusta, la digo igual, es una palabra bíblica, no hay ningún problema. Naturalmente, se necesita entender bien qué cosa se entiende por castigo”.
Y añadía que “se tiene la impresión que estas ofensas se causan a la ley divina, piensen en la dignidad de la familia, la dignidad del matrimonio, a la misma dignidad de la unión sexual”. Era en opinión de este sacerdote para pensar que “estamos delante, llamémoslo de un castigo divino”.
Así quedó la Basílica de San Benito en Norcia
Para el representante vaticano las palabras de este sacerdote “datan del periodo precristiano y no responden a la teología de la Iglesia porque son contrarias a la visión de Dios que nos ofrece Cristo”.
Tras pedir perdón a las víctimas de esta catástrofe, monseñor Becciu añadió en declaraciones a la agencia ANSA que “quien evoca el castigo divino en los micrófonos de Radio María ofende al mismo tiempo el nombre de la Virgen, que para los creyentes es vista como la Madre misericordiosa que se inclina sobre sus hijos llorosos y limpia sus lágrimas, sobre todo en momentos terribles como el terremoto”.
“No podemos no pedir perdón a nuestros hermanos golpeados por esta tragedia del terremoto por ser señalados como víctimas de la ira de Dios. Sabemos al contrario que tienen la simpatía, la solidaridad y el apoyo de la Iglesia, de quien tiene algo de corazón”.