Ya lo dijo el Ministerio de Justicia español en 2016 y lo ha ratificado este jueves la Audiencia Nacional: el grupo burlesco “Iglesia del Monstruo del Espagueti Volador”, conocido también como pastafarismo o “Iglesia Pastafari”, puede inscribirse como asociación si quiere, pero no como entidad religiosa, porque no es una religión sino un grupo burlesco o reivindicativo que hace bromas anti-religiosas con comentarios sobre tallarines y albóndigas.
Los magistrados son claros en constatar que la asociación es "claramente una imitación o burla grotesca" y una "degradación" de los valores que propone el cristianismo, en concreto.
“La modalidad lingüística o jerga utilizada en los estatutos y mandamientos de la sedicente religión Pastafari constituye, además, una burla y degradación de los valores aceptados comúnmente como valores religiosos, en especial, del cristianismo”, concluyen los magistrados, que recuerdan que en los propios estatutos de esta asociación “es constante la referencia al cristianismo mediante palabras, expresiones, fotografías, parodia del Padre Nuestro cristiano, etc, que se presentan claramente como una imitación o burla grotesca”.
El "movimiento pastafari" es un conjunto de burlas grotescas contra la religión, y más específicamente contra la cristiana; desde 2005 repite los mismos chistes
La religión de verdad implica "creencias profundas, serias y trascendentes"
La Audiencia entiende que una religión de verdad debe entenderse "como un conjunto de dogmas sobre la divinidad, de sentimientos de veneración y de normas morales y de prácticas rituales basadas en creencias profundas, serias y trascendentes”.
La sentencia de la Audiencia Nacional recuerda que el llamado "movimiento pastafari" (que hace bromas sobre la religión comparando a Dios con un "monstruo del espagueti volador indetectable") nació en 2005 en EEUU para protestar contra ciertas decisiones de política educativa del Estado de Kansas.
La Audiencia no niega que la finalidad reivindicativa de este grupo sea “en principio, respetable como asociación”, pero no puede inscribirse como entidad religiosa porque en “su credo, estatutos y mandamientos no se aprecia en absoluto finalidad religiosa”.
Difundir meros "valores humanísticos" no es de entidad religiosa
La Sala hace hincapié en que con la normativa aplicable, tanto la ley orgánica 7/1980, de 5 de julio, de Libertad Religiosa como el real decreto 594/2015, de 3 de julio que regula el Registro de Entidades Religiosas, “evidentemente han de quedar fuera de la protección establecida en la ley de Libertad Religiosa las entidades relacionadas con la difusión de valores humanísticos, o, en general fines ajenos a los religiosos”.
Que una entidad que no es religiosa no se pueda registrar como entidad religiosa, no vulnera -contra lo que decía la parte pastafarista- “la libertad de manifestar la religión o las convicciones; la libertad de cambiar de religión, y de practicarla individual o colectivamente, en público o en privado; la libertad de profesar o no profesar una religión; la libertad de manifestar la religión o creencias, etc”, subraya el tribunal.
La sección tercera de la Sala de lo Contencioso de la Audiencia Nacional rechaza así el recurso interpuesto por un particular (un entusiasta pastafarista), al que además condena al pago de las costas.
Da la razón al director general de Cooperación Jurídica Internacional y Relaciones con las Confesiones del Ministerio de Justicia que rechazó inscribir como entidad religiosa al grupo burlesco apreciando su “origen burlesco o paródico” ajeno a los fines religiosos.
Intentaron registrarse hasta 5 veces con distintos trucos
Los pastafaristas entre 2010 y 2016 intentaron hasta en 5 ocasiones registrar su grupo burlesco probando distintos nombres esperando que alguno engañara a la autoridad. Así, lo intentaron como “Iglesia del Monstruo del Espagueti Volador” o “Legionarios de Monesvol” (Monesvol sería el MONstruo del ESpagueti VOLador). La sentencia lo detecta y protesta porque es “la misma entidad solicitante en las cinco ocasiones” y aunque “presenta nuevos estatutos cada una de las veces en las que solicita la inscripción”, los magistrados establecen que puede denegarse por la misma razón sin necesidad ni siquiera de solicitar un nuevo informe de la Comisión Asesora de Libertad Religiosa.
“Nada impide a los partidarios de la Iglesia Pastafari asociarse, reunirse, expresarse y realizar todo tipo de actividades privadas, en forma de asociación, inscribiéndose en el Registro de Asociaciones”, pero no en el de entidades religiosas, dice la sentencia.
Clara finalidad burlesca
Para mostrar claramente el sentido burlesco-paródico del grupo contra el cristianismo, el magistrado José Félix Méndez incluye en la sentencia la "oración principal" que figura en los estatutos del grupo, una burla contra la oración que Jesucristo enseñó y que rezan hoy 2.400 millones de cristianos católicos, protestantes y ortodoxos: “Oh Tallarines que están en los cielos gourmets. Santificada sea tu harina. Vengan a nosotros tus nutrientes. Hágase su voluntad en la Tierra como en los platos. Danos hoy nuestras albóndigas..."
También recoge la sentencia frases de los estatutos pastafaristas: “el dios más poderoso, grande y perfecto es el Monstruo de Espagueti Volador, también referido como Monesvol o MEV. Él es invisible e indetectable, creador del Universo después de una borrachera, lo cual explica las imperfecciones de este mundo”, y “Monesvol guía continua e invisiblemente la conducta de cada ser humano creyente o no por medio de sus apéndices tallarinescos”.
Además, “los pastafaris que se porten razonablemente bien irán al cielo Pastafari, que tiene volcanes de cerveza hasta donde alcanza la vista y una fábrica de bailarines/as de striptease”. En cambio, en su particular infierno “la cerveza está caliente y sin gas y las bailarinas/es de striptease sufren enfermedades venéreas”.