Algunas reseñas de agencia, y también algunos medios de izquierdas, quieren dar la impresión de que solo "grupos católicos" y políticos de "extrema derecha" se han sentido molestos por la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París que fue blasfema y grosera.
La realidad, es que el número y variedad de colectivos descontentos es amplio, e incluye al líder francés de izquierda radical Jean-Luc Melenchon, al filósofo agnóstico judío Alain Finkielkraut, a las iglesias ortodoxas rusas y griegas y a numerosos colectivos católicos, incluyendo, por supuesto, los obispos franceses.
Y a medida que pasa el tiempo, llegan más quejas y de plataformas más variadas.
El Consejo Mundial de Iglesias urge "explicaciones detalladas" al COI
Jerry Pillay, secretario general del Consejo Mundial de Iglesias ha escrito una carta al COI y al Comité Olímpico Francés en un lenguaje bastante fuerte pidiendo "explicaciones en detalle" y sin admitir respuestas que tiran balones fuera.
Les recuerda que el Consejo Mundial de Iglesias representa a 352 iglesias cristianas con unos 600 millones de miembros (ortodoxas, orientales, coptas, protestantes y anglicanas; la Iglesia Católica no forma parte, aunque es su interlocutora continua).
"Como ya sabrán, la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París ha sido recibida con sentimientos encontrados. En particular, ha enfurecido a muchos cristianos que están disgustados y horrorizados por la burla de la fe cristiana en lo que se considera un representación de la Última Cena del Señor", establece Pillay.
"El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) desea que nos explique en detalle el uso de esta idea y si tenía la intención de referirse de alguna manera a la fe cristiana. La Última Cena es esencial para las creencias y prácticas cristianas y cualquier forma de mensaje deformado [misguided] es claramente inaceptable y, peor aún, cualquier expresión de mofa contra sobre lo que los cristianos ven como sagrado y profundamente teológico muestra la mayor falta de respeto e insensibilidad", añade Pillay.
"Como la comunidad ecuménica más grande del mundo, tenemos la responsabilidad de responder a las preocupaciones de los cristianos planteadas sobre la burla percibida del cristiano fe en la escena de la Última Cena en la ceremonia, y así solicitar su respuesta inmediata", detallan.
Respecto a la respuesta de que la escena buscaba homenajear La fiesta de los dioses de Jan Harmensz van Biijlert (1635) en la boda de Tetis y Peleo, con Apolo (y no Jesús) en el centro de la mesa, Pillay comenta: "es impensable y
cuestionable que los organizadores de los Juegos Olímpicos de París no hayan tenido en cuenta las similitudes con la Última Cena y la controversia que seguramente suscitaría entre los cristianos y otras personas de fe".
E insisten en pedir una "respuesta con urgencia para que podamos responder a nuestros miembros y a otros que se han enojado profundamente por lo que vieron". La carta asegura oraciones "por unos Juegos Olímpicos seguros, pacíficos y exitosos en París, y que el deporte se use para unir en lugar de dividir".
La Iglesia Copta: "es un insulto", "contradice la Carta Olímpica"
La Iglesia Copta de Egipto, la mayor iglesia cristiana de Oriente Medio y lengua árabe, difundió un comunicado de protesta oficial en inglés, francés y árabe, expresando "su profunda desaprobación y denuncia por lo incluido en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024, en la que se incluyó la escena de la Última Cena del Señor Cristo con sus discípulos. Se trata del evento en el que se instauró el sacramento de la Eucaristía, el sacramento y práctica más antiguo y sagrado de la Iglesia. La forma en que se presentó esta escena ofende gravemente una de las principales creencias religiosas en las que se basa el cristianismo".
Los coptos señalan que "tales acciones contradicen la Carta Olímpica y sus valores declarados, que exigen el respeto de los principios morales universales, el valor de dar buen ejemplo y el respeto a todos sin discriminación. Vimos lo contrario reflejado en la mencionada ceremonia inaugural, con el fin de impulsar ciertas agendas intelectuales que sirven a tendencias ajenas al deporte, que debería unir, no dividir".
"Este insulto exige una disculpa clara y seria de los organismos organizadores de los Juegos Olímpicos de París 2024, a todos los cristianos que se sintieron insultados por esta escena desdeñosa, que empañó lo que pensábamos que era un evento deportivo mundial que traería alegría y felicidad a los corazones de todos los participantes y espectadores, con garantías suficientes de que tales comportamientos ofensivos no se repetirán", reclaman el comunicado de la Iglesia Copta.
La Universidad suní de Al Azhar: "pecado, vergüenza, atroz abuso"
El Islam de tradición suní no tiene realmente clérigos ni unas autoridades mundialmente reconocidas, excepto la Universidad de Al-Azhar en El Cairo, que tiene prestigio y conexiones a nivel mundial y es uno de los grandes interlocutores en el diálogo entre cristianos y musulmanes.
Este domingo, Al-Azhar difundió un comunicado expresando su indignación por las escenas blasfemas. "Las escenas retratan a Jesucristo (la paz sea con él) en una imagen ofensiva que implica una falta de respeto a su persona y a su alto status de profeta, de una manera bárbara e imprudente que irrita a los creyentes religiosos y se burla de la moral y los nobles valores humanos", protestó el comunicado de Al-Azhar.
Al-Azhar rechaza "todos los intentos de faltar el respeto a cualquiera de los profetas de Alá", dice el texto. "Los profetas y mensajeros son lo mejor de la creación de Alá. Él los eligió y los prefirió por sobre toda la creación para llevar el mensaje de bondad a todo el mundo", se lee en el comunicado. "Al-Azhar, y casi 2.000 millones de musulmanes con ella, creen que Jesús (la paz sea con él) es el Mensajero de Alá. El Corán dice: Jesús es la “Palabra de Alá a través de María y un espíritu que procede de Él” (4: 171)”.
El comunicado añade que faltarle al respeto a Jesús "o a cualquier otro profeta (la paz sea con todos ellos) es un pecado y una vergüenza para los perpetradores de este atroz abuso y para aquellos que lo aceptan".
El comunicado de Al-Azhar advierte del peligro de utilizar los acontecimientos mundiales para “normalizar los insultos” a la religión. También denuncia otro tema que las protestas de los jerarcas cristianos no mencionan apenas: que se emplean estos encuentros mundiales "para promover la homosexualidad y el transexualismo".
Al-Azhar llama a "la unidad que es necesaria para enfrentar esta tendencia desviada y baja que pretende excluir la religión y deificar los bajos deseos sexuales que propagan enfermedades morales y de salud, imponer un estilo de vida animal que contradice la sana naturaleza humana y así normalizarlo por la fuerza en las sociedades por todos los medios y métodos".
El gobierno de Costa Rica: "Violó la Carta Olímpica, ofendió a millones de cristianos"
Muy lejos de Egipto y del mundo islámico está Costa Rica, con casi 6 millones de habitantes, cuyo gobierno es el primero, y por ahora el único, en haber condenado claramente los elementos ofensivos de la ceremonia de París, con una breve nota difundida desde Presidencia en las redes sociales y en prensa.
"El Gobierno de Costa Rica lamenta que la inauguración de las olimpiadas violó el artículo 50 de la Carta Olímpica que prohíbe manifestaciones religiosas y políticas en eventos Olímpicos. Se ofendió a millones de cristianos en el mundo, muchos en Costa Rica, lo que es repudiable", dice la nota.
El Presidente actual de Costa Rica, desde 2022, es Rodrigo Chaves Robles, del partido Progreso Social Democrático.
Desde España, la ACdP pide "disculpas oficiales" por la "ofensa deliberada"
En España, a las protestas de NEOS y Corriente Social Cristiana, se suma la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), quien denuncia que la ceremonia se utilizó "para realizar una clara ofensa, deliberada, a la fe de miles de millones de cristianos en todo el mundo".
La ACdP no ve creíbles las justificaciones de Anne Descamps, directora de comunicación de los Juegos: "Más allá de la afirmación de no haber querido faltar al respeto a nadie, lo cierto es que un acto así no ha podido tener otra intención, y no cabe ninguna duda en su interpretación".
La ACdP, "entendiendo que tal mascarada constituye un acto blasfemo, quiere exigir disculpas oficiales por lo que es un acto gratuito de agresión a la fe que profesan todos los cristianos del mundo, y al sentido común de los millones de personas que no comparten la ofensa al sentimiento religioso".
La ACdP avisa de que hay una estrategia que "primero restringe lo religioso a la esfera privada, después crea un ámbito público hostil al hecho religioso, haciendo escarnio de la fe, y termina en un confesionalismo que, a pesar de las proclamas de neutralidad, acaba imponiendo determinadas opciones ideológicas como las únicas que pueden manifestarse en público". En España, pone por ejemplo, hay "intención de hacer desaparecer del Código Penal de nuestro país el delito de ofensas al sentimiento religioso": "No se puede hablar de libertad y tolerancia dando muestras de sectarismo, desprecio y agresión".
El obispo Rey, de Toulon, pide a los cristianos expresar su descontento
El obispo de Toulon (Francia), Dominique Rey, consultado por el portal provida LifeSiteNews, declaró que "los Juegos Olímpicos son un acontecimiento deportivo internacional, que tiene como objetivo promover la unidad, el respeto y la fraternidad. No deberían ser ocasión para escenas blasfemas e insultantes".
Añadió: "Es nuestra responsabilidad como cristianos expresar públicamente nuestra incomprensión, nuestro descontento y nuestro dolor ante estas expresiones que no tienen cabida aquí. Debemos tener presente en nuestras oraciones, mediante actos de reparación, en particular mediante la Eucaristía y la celebración de la Misa, fuente y culmen de la vida cristiana, todo lo que ha ofendido a la fraternidad y a la paz, tan preciosas para nosotros en un mundo fragmentado y tan marcado por la violencia".