El obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, y los obispos de Getafe, Joaquín López de Andújar, y su auxiliar José Rico Pavés, han hecho pública este lunes 8 de agosto una nota sobre la «Ley de protección integral contra la LGTBIfobia y la discriminación por razón de orientación e identidad sexual en la Comunidad de Madrid» en la que critican duramente la iniciativa legislativa que el pasado 14 de julio aprobó la Asamblea de la Comunidad de Madrid por la que implanta en las escuelas madrileñas el adoctrinamiento obligatorio en ideología LGBT para todos los alumnos.
En la nota, los obispos cuyas diócesis se ven directamente afectadas por la ley que fue impulsada por el Partido Popular y respaldada por PSOE, Ciudadanos y Podemos, critican que la ley está "inspirada en una antropología no adecuada que niega la diferencia sexual varón-mujer y la unidad de la persona cuerpo-espíritu", contradiciendo la moral natural, y pretendiendo anular la enseñanza de la Biblia, del Catecismo de la Iglesia Católica y del Magisterio de la Iglesia.
"Ataque", "atropello", "censura", "atentado", "arbitraria"
Asimismo, los obispos señalan que la Ley constituye "un ataque a la libertad religiosa y de conciencia", "un ataque y censura al derecho de los padres a educar a sus hijos según sus propias creencias y convicciones" y "un atentado a la libertad de expresión, a la libertad de cátedra, a la libertad de los científicos y profesionales en la búsqueda de la verdad, y a la libertad de las personas para orientar su vida o para pedir ayuda, incluso religiosa, en aquello que crean necesitar", y que por ello mismo, se trata de una "ley arbitraria que no contempla ni siquiera la objeción de conciencia".
Imposición ideológica de un "pensamiento único"
Más adelante, los obispos consideran que los partidos políticos del arco parlamentario, los grandes sindicatos, la mayoría de los medios de comunicación y muchas de las grandes empresas "quieren imponer 'ideológicamente' un 'pensamiento único' que anule la libertad y el coraje de buscar la verdad de la persona humana, en su unidad cuerpo-espíritu y en su diferencia sexual varón-mujer".
Aquí reproducimos la nota completa:
2. La mencionada Ley, desde sus presupuestos y normativa, nos parece, sin afrontar exhaustivamente todos sus aspectos:
3. Los partidos políticos del arco parlamentario, también los grandes sindicatos, la mayoría de los medios de comunicación y muchas de las grandes empresas quieren imponer “ideológicamente” un “pensamiento único” que anule la libertad y el coraje de buscar la verdad de la persona humana, en su unidad cuerpo-espíritu y en su diferencia sexual varón-mujer. Cuando no se busca la Verdad, cuando no se respetan ni siquiera los argumentos de la biología inherente a la genealogía de la persona, se impone por ley la ideología - en este caso la “ideología de género” - y se coacciona la libertad con sanciones y persecución: nada nuevo bajo el sol.
4. Al recibir el premio Carlomagno, el papa Francisco ha invitado a construir un nuevo humanismo para Europa basado en la capacidad de integrar, de dialogar y de construir, recordando que en esta tarea la Iglesia puede y debe ayudar, cumpliendo su misión: víctimas reales de nuestra cultura del relativismo no lo son menos quienes sufren la confusión sobre su propia identidad; una confusión que, con leyes como esta, se verá aún más agravada. El mismo Papa Francisco nos ha pedido no caer «en el pecado de pretender sustituir al Creador. Somos creaturas, no somos omnipotentes. Lo creado nos precede y debe ser recibido como don. Al mismo tiempo, somos llamados a custodiar nuestra humanidad, y eso significa ante todo aceptarla y respetarla como ha sido creada» (Exhortación Apostólica Postsinodal Amoris laetitia, 56).
- «No es tiempo de lamentaciones, sino de sanación», como ha recordado nuestro hermano el obispo de Lincoln (EEUU), citando a Boecio, ante medidas legislativas similares de la administración Obama (cf. Carta 17.5.2016). Para salir al encuentro de las heridas del corazón, como nos pide el papa Francisco, es necesario y urgente promover una acción conjunta de las familias y de las asociaciones católicas en orden a defender, con todos los medios legítimos y en todas las instancias que corresponda, la libertad religiosa y de conciencia, la libertad de los padres a educar a sus hijos según sus propias creencias y convicciones, la libertad de enseñanza y los demás derechos fundamentales que, creemos, se conculcan gravemente en esta Ley. Si nosotros callamos gritarán las piedras (Cf. Lc 19, 40). La sanación de las heridas provocadas por estas medidas legislativas no se logra con la confrontación, que deriva en descalificaciones y amenazas de demandas judiciales. Porque queremos integrar, dialogar y construir, pedimos la colaboración de todas las personas de buena voluntad con verdaderos criterios de comunión, y especialmente a nuestros fieles les pedimos su oración y su participación activa que nazca de auténticos criterios eclesiales.
- Ahora, más que nunca, es necesario llevar la misericordia sanadora de Jesucristo a este mundo. Llamamos a los católicos de nuestras diócesis comprometidos en el servicio de la política, de la sanidad y de la educación, así como a los esposos y padres de familia, a las personas consagradas y sacerdotes, a colaborar, cada cual según su propia vocación, en la edificación de una cultura que venza las mentiras de las ideologías y se abra a la verdad de la creación y de la persona humana, garantía ineludible de la libertad. Bien sabemos que en esta tarea, verdaderamente misionera, necesitamos orar con las palabras del mismo Cristo, pidiendo al Padre: líbranos del mal. Luchamos contra el mal ganando para Jesucristo cada corazón, acudiendo a la intercesión de la Santísima Virgen María e invocando a San Miguel Arcángel. Luchamos contra el mal llevando el bálsamo de la misericordia a los que sufren la herida de la confusión y del error: su médico es Cristo y el hospital de campaña donde llevarlos y sanarlos es la posada de la Iglesia. Luchamos contra el mal, llevando a nuestras vidas lo realizado el pasado tres de junio al consagrar nuestras diócesis al Sagrado Corazón de Jesús, fuente de la verdadera misericordia y de la verdadera paz.
Con nuestra bendición,
+ José Rico Pavés, Obispo Titular de Mentesa y Auxiliar de Getafe
+ Juan Antonio Reig Pla, Obispo Complutense
7 de agosto de 2016
XIX Domingo del Tiempo Ordinario
Año Jubilar de la Misericordia