Enrique Cabrera, párroco de la iglesia de Nuestra Señora del Enebral en Collado-Villalba (Madrid), ha sido objeto en las últimas semanas de toda clase de descalificaciones personales y denuncias políticas y judiciales por criticar las leyes de ideología de género aprobadas por la Asamblea de Madrid en marzo y julio.

Esta última obliga a todos los colegios, públicos o privados, a adoctrinar a los niños en la ideología de género y castiga con multas de hasta 45.000 euros la atención profesional a personas que desean dejar de experimentar sentimientos homosexuales.

En el Ayuntamiento fue presentada una moción por parte de PSOE, IU y Podemos, que finalmente fue rechazada, que pedía reprobar como "homófobas" sus manifestaciones críticas contra la ideología de género durante la misa de la festividad de San Antonio, patrón de la localidad.

Este miércoles, en su columna en Libertad Digital, el sociólogo y catedrático Amando de Miguel escribió en defensa de Enrique Cabrera comparando su firmeza con la de Santo Tomás Moro, al titular el artículo Un cura para todas las estaciones, en alusión a la película A man for all seasons [Un hombre para la eternidad], dirigida en 1966 por Fred Zinnemann y ganadora de seis Oscar.

De Miguel sintetiza el contenido de la "malhadada" ley en que "cada persona puede construir su sexo": "Me congratulo de que en mi pueblo (Collado-Villalba), el párroco, Enrique Cabrera, se haya atrevido a condenar la ominosa ley. Concretamente, ha protestado con santa ira contra la instrucción que van a recibir los niños madrileños a partir de ahora: «El sexo de cada uno no se tiene, se escoge»".

"El cura", continúa el profesor y escritor, "adujo que «quien se pone de rodillas ante Jesucristo, ya no se pone de rodillas ante nadie». Es decir, no pasó por la corrección política de acatar el dictado de la Asamblea madrileña y manifestó su derecho y su obligación de recordar la doctrina católica al respecto".

Esa corrección política que "impera en la izquierda" y "acepta ovejunamente la derecha" se traduce en que "la tesis sobre la transexualidad se va a imponer en las escuelas madrileñas con el consentimiento del PP y la alegría de la izquierda".

"La opinión del párroco de mi pueblo será la voz que clame en el desierto", concluye De Miguel, quien evoca a Santo Tomás Moro, de quien dijeron "que era «un hombre para todas las estaciones», dicho en romance, un tío con lo que hay que tener. Fue decapitado, pero su ejemplo de conciencia libre le llevó a su canonización".

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