Casi 15.000 euros es la partida que el Ministerio de Igualdad encabezado por Irene Montero destinará a financiar la reedición de las memorias de Dolores Ibárruri, presidenta del Partido Comunista de España entre 1960 y su fallecimiento en 1989.
Según informaba Borja Negrete para Vozpópuli este 26 de septiembre, la ministra de Igualdad Irene Montero destinará 14.876 euros provenientes de las arcas públicas para este fin. Una cifra que supone la cantidad justa para que la financiación de las memorias sea considerada "un contrato menor", de modo que no sea necesario justificar ante la opinión pública los pliegos de la contratación y la memoria que justifique el desembolso.
Ibárruri, protegida por el dirigente soviético Stalin y una de sus discípulas principales en España, fue una de las impulsoras de la persecución religiosa y los crímenes desatados en España entre 1931 y 1939.
Especialmente representativo de su protagonismo de masacres y asesinatos inmediatamente anteriores al estallido de la Guerra Civil fue la conocida amenaza de muerte a José Calvo Sotelo el 16 de junio de 1936.
Tuvo lugar después de que este pronunciase el que sería su último discurso en las Cortes criticando al gobierno del Frente Popular por su inacción ante los crímenes cometidos por milicianos afines al gobierno. "Has hablado por última vez", amenazó Ibarruri en respuesta. Calvo Sotelo fue asesinado el 13 de julio del mismo año.
Otra de las sentencias por las que esta dirigente comunista pasó a la historia tuvo lugar cuando en un mitin alentó a continuar la oleada de asesinatos que se dieron en España durante la Segunda República: "Más vale condenar a cien inocentes a que se absuelva a un solo culpable".
Tras el fin de la Guerra Civil, Ibárruri se exilió a la URSS como dirigente del PCE en el exilio. El 13 de mayo de 1977 regresó a España, donde falleció el 12 de noviembre de 1989.
"Múltiples indicios" de que murió reconciliada con la fe
Mucho se ha escrito sobre la muerte de esta dirigente comunista, especialmente sobre su aproximación a la fe católica conforme se apagaba su vida.
Esto es lo que dijo el sacerdote jesuita Pedro Miguel Lamet sobre El Padre Llanos, que habría confesado a Ibarruri antes de su muerte: "El jesuita nunca reveló nada sobre la conversión de la Pasionaria que en su juventud había sido católica y después de casada con un ateo en medio de la escasez, se hizo comunista y atea. Pero he encontrado cartas que atestiguan que esta mujer al final de su vida volvió a la fe".
"Hay datos bastantes fiables –escribe Lamet- que confirmarían que Dolores Ibárruri, de formación cristiana y creyente de corazón, se confesó y comulgó al final de su vida. Lo ha asegurado la madre Teresa, la monja excarmelita descalza que, como hemos referido, ha dedicado su vida al Pozo. Y su hija Amaya Ruiz Ibárruri: ´Nunca encontré ninguna discrepancia entre Dolores y José María. Quiero decir que la miraba como si fuera la Virgen Dolorosa. Decía sin dudarlo: ´Dolores tiene que ir al cielo. Estoy seguro de que allí la encontraré´".