El Papa recibió el pasado viernes 1 de abril al obispo suizo Bernard Fellay, superior general de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX), fundada en 1970 por el arzobispo Marcel Lefebvre (19051991). Monseñor Fellay acudió a la reunión acompañado por el padre Alain-Marc Nély, segundo asistente general de la Hermandad.
El encuentro entre Francisco y monseñor Fellay duró 40 minutos y se desarrolló "en un clima cordial", según informa la FSSPX: "Como resultado de la reunión se decidió que los contactos en curso continúen. No se trató directamente de la situación canónica de la Fraternidad, pues el Papa Francisco y monseñor Fellay consideran que esos contactos deben continuar sin precipitación".
Al día siguiente, sábado 2 de abril, Fellay se reunió también con el arzobispo Guido Pozzo, secretario de la comisión pontificia Ecclesia Dei.
El encuentro entre Francisco y monseñor Fellay es el primero entre ambos, salvo un breve intercambio de saludos en la Casa Santa Marta el 13 de diciembre de 2013. El Papa sí había recibido anteriormente a varios sacerdotes de la FSSPX, con motivo de las dificultades administrativas que encontraban para su actividad en Argentina, tras lo cual la Fraternidad fue inscrita en aquel país entre los Institutos de Vida Consagrada, con aval del arzobispo de Buenos Aires, Mario Aurelio Poli. Asimismo, en septiembre de 2014 el cardenal Gerhard Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, recibió a monseñor Fellay para una larga entrevista de trabajo.
El encuentro entre Francisco y Fellay llega después de cuatro hechos significativos.
Primero, la decisión del Papa de que, durante el Año Jubilar de la Misericordia, los sacerdotes de la Hermandad de San Pío X puedan confesar "válida y lícitamente".
Segundo, la sugerencia del obispo hispano-argentino Alfonso Galarreta de que la Santa Sede podría reconocer "unilateralmente" a la Hermandad de San Pío X. Monseñor Galarreta fue quien, por parte de la FSSPX, mantuvo el peso de las conversaciones doctrinales con el Vaticano en el periodo 2009-2011.
Tercero, la visita de cuatro prelados a distintas casas y seminarios de la Fraternidad para informar al Papa sobre ella. Según desvela Sandro Magister, estos cuatro prelados son: el cardenal Walter Brandmüller, ex presidente del Pontificio Comisión de las Ciencias Históricas; el obispo Juan Ignacio Arrieta Ochoa de Chinchetru, del Opus Dei, secretario del Pontificio Consejo de los Textos Legislativos; Vitus Huonder, obispo de Coira (Suiza); y Athanasius Schneider, obispo auxiliar de María Santísima en Astana (Kazajistán).
Y cuarto, la larga entrevista concedida a DICI por monseñor Fellay el 23 de marzo, en la cual detallaba la situación de las relaciones entre la Hermandad de San Pío X y la Santa Sede, y ofrecía su opinión sobre la "paradójica benevolencia" hacia la FSSPX que manifiesta Francisco, quien ha leído dos veces la biografía oficial de monseñor Lefebvre. "Pienso que le ha gustado", afirma Fellay, quien añade: "Está claro que el Papa Francisco desea dejarnos vivir y sobrevivir. Incluso ha dicho a todo el que desea escucharlo que nunca dañaría a la Fraternidad. También dijo que somos católicos. Se negó a condenarnos como cismáticos, diciendo: ´No son cismáticos, son católicos´, incluso si después utilizó una expresión un tanto enigmática, concretamente, que estamos en camino hacia una comunión plena".