El ala juvenil de la formación sueca Partido Liberal del Oeste (LUF Vast) propone permitir que los hombres puedan negarse a aceptar la responsabilidad de ser padres dentro de las 18 primeras semanas de embarazo, el plazo que coincide con el periodo durante el que una mujer tiene derecho legal a abortar en Suecia, informa el diario sueco en inglés TheLocal.se.
"Esto significa que un hombre renuncia a los derechos y a las obligaciones de la paternidad", dijo el presidente de LUF Vast, Marcus Nilsen. Es decir, el denominado derecho al "aborto legal para los hombres" implicaría que el padre biológico no tendría que pagar el mantenimiento de su hijo, pero tampoco tendría derecho a conocerlo.
Los promotores consideran que esta iniciativa promovería la igualdad de géneros, dándoles a ellos la oportunidad de optar por no ser padres.
Dicen que la ley también beneficiaría a las mujeres, ya que desde el primer momento ellas sabrían si un hombre está dispuesto a comprometerse a ser padre o no, subrayan.
A las acusaciones de que se trataría de una propuesta machista, responden que en las Juventudes del partido la propuesta surgió de entre las chicas y que fueron ellas las que lo votaron a favor.
La polémica iniciativa ha sido discutida por numerosos medios de comunicación del país. El canal SVT ha publicado en su sitio web un artículo que afirma que la propuesta del partido LUF Vast es insostenible, ya que contradice la Convención sobre los Derechos del Niño adoptada por la ONU.
"El niño tiene derecho, en la medida de lo posible, a saber quiénes son sus padres", dice el 7.º artículo del documento. "El niño no debe ser separado de sus padres contra su voluntad, salvo cuando esto sea mejor para el niño. Los niños que no viven con ambos padres deben tener el derecho a reunirse con ambos con regularidad", deja claro, por otro lado, el artículo número 9.
La propuesta consiste en dejar a un niño sin padre, algo que no es nada novedoso, como insistió Nilsen: "La situación ya existe, con solteras que deciden inseminarse o que no saben quién es el padre".
Podría añadirse que en una cultura del divorcio fácil y de la entrega de bebés a parejas lesbianas, para que se críen sin elemento masculino, es perfectamente lógico que se tienda más y más a facilitar que aquellos varones que así lo deseen prescindan de la progenie que engendran.
Pero las reacciones en Suecia, incluso dentro de su propio partido, han sido muy críticas ("muy conservadoras", dice Nilsen) por lo que la rama juvenil ha decidido aparcar este debate y centrarse en hablar ahora de temas de empleo y vivienda.