Tras años de conflicto porque hombres enormes y musculosos se presentan a premios de natación femenina declarando ser mujeres (véase el caso Will o Lía Thomas), incluso compartiendo vestuarios con ellas, World Aquatics (la antigua Federación Internacional de Natación) creó una categoría específica para personas de "todas las identidades de género y géneros", al que llamaron "categoría Open".
"Este proyecto piloto pionero destaca el compromiso inquebrantable de la organización con la inclusión", declara la asociación internacional. Aseguraban que el objetivo era "adquirir más experiencia para el desarrollo futuro y celebrar la diversidad".
Pero en el Mundial de Natación que se celebra en Berlín del 6 al 8 de octubre, ya se ha constatado que la idea hace "chof" y se hunde: nadie se ha presentado a esa categoría para "todas las identidades de género". Sin competidores, esta categoría se ha suspendido en este mundial.
"Tras el cierre de la inscripción, World Aquatics puede confirmar que no se han recibido inscripciones para dichas pruebas de categoría 'Open'", ha explicado la federación deportiva, que en una nota dice que seguirá ofreciéndola para "acoger".
Una de las aplastantes victorias de Will o Lia Thomas compitiendo contra mujeres de verdad:
Para eso, la organización cuenta con un "Grupo de Trabajo de Categoría Abierta", que aunque no tenga demanda a nivel de élite organizará, dicen, carreras trans ("Open", dicen) en otros niveles de competición.
Hace ya más de un año se hizo oficial que World Aquatics prohibió competir en categoría femenina a hombres que declaran ser mujeres trans, aunque su reglamento permite la excepción de aquellos que hayan empezado sus tratamientos contra la testosterona antes de los 12 años (prácticamente nadie). Creó la categoría 'Open' "para todos", que como se ve no la elige ningún deportista.
Los lobbies trans como Athlete Ally protestaron contra esa decisión: su objetivo es insistir en que mujeres trans (hombres que declaran ser mujer) compitan contra mujeres de verdad, porque consideran que es imprescindible para sus objetivos y se oponen a propuestas del tipo "separados pero iguales" (iguales en dignidad, pero compitiendo en una categoría distinta).
Lo cierto es que, por ahora, con esta normativa, las mujeres de verdad pueden competir contra las de su mismo sexo en igualdad de condiciones y sin que haya hombres en sus vestuarios.
El tema no afecta sólo a la natación, sino a muchos deportes. Como contamos en ReL, un ejemplo de ello es el informe publicado por el Instituto Macdonald-Laurier de Canadá, que confirmaba que es injusta la participación de mujeres trans -hombres que han comenzado su transición física-química- en el deporte femenino, porque incluso con modificaciones hormonales solo pierden un 5% de fuerza muscular y conservan la ventaja atlética obtenida durante la pubertad.