Mientras miles de católicos se encontraban en la basílica del Santuario nacional de la Inmaculada Concepción de Washington celebrando la Vigilia Nacional de Oración por la Vida en la víspera de la gran Marcha por la Vida un grupo abortista autodenominado católico proyectó sobre el templo grandes mensajes a favor del aborto.
Este grave acto de profanación de esta basílica mariana se produjo en la noche del 20 de enero y aprovechando la presencia en la capital de Estados Unidos de miles de personas provida llegadas de todo el país para la Marcha por la Vida.
Desde el otro lado de la calle y ayudándose de un gran proyector, el grupo llamado “Catholics for Choice” (Católicas por el derecho decidir), que se define como católico y tiene como eje de su existencia la defensa del aborto, iluminó la fachada del santuario nacional con mensajes que decían: “católicos proabortistas, no estáis solos”, “dejad de estigmatizar, comenzad a escuchar”, “mi cuerpo, mi decisión” o “1 de cada 4 pacientes de aborto es católico”.
Mientras estas activistas proaborto proyectaban sus proclamas un católico vio lo que estaban haciendo y fue a recriminárselo recordando a estas mujeres que no existe “un católico favorable al derecho a decidir”, que es el eufemismo que utilizan para hablar de la defensa del aborto. Este hombre bloqueó con su cuerpo la proyección, pero los abortistas movían el proyector para seguir provocando. Sólo cuando la vigilia tocaba a su fin y los miles de católicos iban a salir de la basílicas estas abortistas decidieron marcharse.
Jamie Manson, jefa de este grupo abortista, justificó esta profanación en plena vigilia asegurando que querían nombrar “una verdad que siempre se pierde durante la Marcha por la Vida: la mayoría de los católicos están a favor del aborto y muchos católicos practicantes abortan”.
La reacción ante este ataque no se hizo esperar. El propio arzobispo de Washington, el cardenal Wilton Gregory, condenó esta proyección en la basílica y recordó que “la verdadera voz de la Iglesia solo se encontraba dentro de la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción".
En un comunicado, recalcó que en el santuario “la gente rezó y ofreció la Eucaristía pidiendo a Dios que restaure una verdadera reverencia por toda vida humana”. En su opinión, las responsables de este acto se sitúan fuera de la Iglesia.
Muy contundente se mostró a través de las redes sociales el arzobispo de San Francisco, Salvatore Cordileone, que además encabeza en la Conferencia Episcopal el Comité de Laicado, Matrimonio, Vida Familiar y Juventud.
“El intento de profanación es enorme. Diabólico. Madre María, ruega por ellos, ahora y en la hora de la muerte. Amén”, escribió.
Lo ocurrido en el santuario de la Inmaculada Concepción de Washington no parece que será el único ataque que se produzca contra templos católicos durante este fin de semana en el que se celebran numerosas marchas y vigilias por la vida.
Para este mismo sábado, otro grupo abortista llamado NYC for Abortion Rights ha convocado una concentración frente a la catedral de San Patricio mientras se celebre en su interior la Eucaristía. En la convocatoria, que como título lleva Jo*** la Marcha por la Vida, ha animado a la gente a presentarse allí con instrumentos, ollas y sartenes y así reventar la misa.