En su carta dirigida a los fieles de cara a la fiesta de la Sagrada Familia, el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, habló del papel de la familia, de su capacidad para dar vida y cómo padre y madre son diferentes y complementarios. Así, indicaba que “del abrazo amoroso de los esposos proceden los hijos” y que “nunca como fruto de un aquelarre químico de laboratorio.

Además, el obispo añadía:

La familia se constituye por la unión de los esposos que normalmente se convierten en padres. Varón y mujer, creados en igualdad de dignidad fundamental, son distintos para ser complementarios. Cuanto más varón sea el varón, mejor para todos en la casa. El aporta particularmente la cobertura, la protección y la seguridad. El varón es signo de fortaleza, representa la autoridad que ayuda a crecer. La mujer tiene una aportación específica, da calor al hogar, acogida, ternura. El genio femenino enriquece grandemente la familia. Cuanto más mujer y más femenina sea la mujer, mejor para todos en la casa”.

Ha sido decir esto y la izquierda ha saltado rabiosa contra el obispo acusándole precisamente de querer “adoctrinar” a los fieles católicos.

De este modo, el diputado del PSOE, Antonio Hurtado, ha asegurado que “con esta carta, el obispo de Córdoba se obstina en negar una sociedad plural como la actual y adoctrina a sus fieles negando como alternativas vitales la fecundación artificial o las parejas entre personas del mismo sexo, y atribuyendo a la persona papeles contrapuestos y desiguales, según sea hombre o mujer”.

Por ello, añadía que “los papeles tradicionales y caducos del hombre, como ´la autoridad y la fortaleza´, y de la mujer, como ´la ternura y el cariño´, han significado el sometimiento histórico de la mujer al hombre y, afortunadamente, la sociedad actual viene dando cambios radicales en el sentido de liberar a la mujer de este sometimiento y dando al hombre la posibilidad de desarrollar su capacidad de dar amor y ternura”.

En sus ataques, el socialista dijo que el obispo “demuestra vivir en otro siglo, cuando la libertad estaba supeditada a la moral católica” y tras acusarle de adoctrinar dijo que “hoy nos regimos por leyes democráticas que impulsaron gobiernos socialistas y que permiten en nuestro país el matrimonio entre personas del mismo sexo, la adopción por homosexuales o la fecundación artificial, a la vez que el principio de igualdad entre hombre y mujer es prevalente en nuestra Constitución y en las leyes”.