Mientras abría la puerta, Eugen ya sabía el motivo de esa visita: el arresto de su mujer y madre de sus nueve hijos, Luise. Sabía todo con antelación porque por el mismo motivo él había sido arrestado el 15 de agosto de 2013.
¿Qué han hecho de grave estos dos cónyuges de 37 años para que sean arrestados? No han matado, no han robado ni dañado a nadie.
Su única culpa es ser padre y madre de una niña que se ha negado a participar dos veces en los cursos de educación sexual previstos para la escuela primaria.
El año pasado Luise no fue encarcelada junto a su marido porque estaba embarazada. Este año, el oficial de policía no se la ha «llevado por la fuerza, como debería» porque sigue amamantando al último hijo.
«Sin embargo, esto no acaba aquí. La oficina de la fiscalía hará aplicar la decisión del juez», .
«Muchísimas familias en Alemania están en la misma situación que el matrimonio Martens», declara a Tempi.it Mathias Ebert, casado, con cuatro hijos, que tras haber sido informado de la historia de los Martens, decidió fundar en Colonia la Asociación Besorgte Eltern (“Padres preocupados”, web en http://besorgte-eltern.net). El movimiento ya ha organizado varias manifestaciones en Alemania, con miles de participantes para que «se debata públicamente este gigantesco escándalo y se impide la corrupción de nuestros hijos» que, a partir de los seis años, deben participar en cursos de educación sexual donde se propugna la ideología de género.
En Alemania la escuela es obligatoria y si un niño se salta las clases, el colegio tiene la facultad de denunciar a los padres y el tribunal puede multar a la familia. Por esto, los esposos han sido multados a pagar unos 30 euros. Esto es absurdo, porque la hija abandonó la clase por propia iniciativa.
-Porque es una cuestión de principio. Lo que hace enfadar es que el tribunal use dos pesos y dos medidas. Algunos niños no van al colegio durante meses y a los padres no les pasa nada. Pero cuando una niña se salta dos horas de educación sexual, la familia es inmediatamente denunciada. Es injusto y, de hecho, en el video que hemos realizado el policía está incómodo y da la culpa de todo a la fiscalía.
-Porque el contenido de las lecciones es perverso. No sólo se enseña a los niños cómo funcionan el sexo de los hombres y de las mujeres, sino que se les pone ante la "variedad" de prácticas sexuales: sexo oral, sexo anal y mucho más.
»A partir de la escuela primaria se les dice a los niños que su género no está determinado y que no pueden saber si son niños o niñas, que deben reflexionarlo. Esto para mí se llama manipulación de los más pequeños.
Ciertamente. No conozco el número exacto de padres encarcelados, pero sólo el pequeño grupo de padres de la ciudad de Paderborn (150.000 habitantes, ndr) ha pasado en los últimos años, en conjunto, 210 días en la cárcel. Es un escándalo enorme, también, porque son los mismos niños los que quieren salir de la clase. En la ciudad de Borken, por ejemplo, en una clase la lección turbó tanto a los niños que seis de ellos se desmayaron. [Lo cuenta Stern.de].
-Depende. Un padre con el que he hablado recientemente aquí, en la Renania del Norte-Westfalia, ha estado en prisión 21 días y su mujer corre el riesgo de sufrir la misma pena porque el hijo ha abandonado las lecciones por su propia voluntad. Otros permanecen en la cárcel hasta 40 días, pero nadie les escucha. Nadie les permite alzar la voz y protestar.
-Sí, porque son personas muy valientes. Han elegido hacer pública su historia y esto no es fácil, visto que la mayoría de los otros padres no habla de estas cosas.
-Porque tienen miedo. En Alemania, cuando se sufre un castigo penal, se pasa a ser considerado enseguida como "criminal". Por consiguiente, no es difícil que te intimiden. Sin embargo, yo estoy intentando movilizar a estas familias para que sus historias salgan a la luz del sol.
»Desde el primer momento, la familia Martens ha hablado públicamente y ha sido grandioso: si estos hechos pasan a ser conocidos por una gran mayoría de personas, finalmente se debatirá sobre ellos. No se da el justo peso a las cosas: en Alemania, un violador es dejado libre si no tiene antecedentes, mientras que se encarcela a padres honestos.
Momento en que la policía viene a la casa de los Martens en Eslohe a recordar que la madre aún tiene que pasar por la cárcel por negarse a que los niños reciban adoctrinamiento de género
-Que no se turben los sentimientos de los niños. No es justo. Es un violencia hacia ellos. Está claro que si abandonan la clase es por el clima que respiran en casa, pero ¿es que esto es erróneo? ¿Es erróneo que un niño tenga determinados valores transmitidos por su familia y viva en base a ellos? Creo que no. Sin embargo, nuestro primer objetivo es que se hable de estas cosas: este es el motivo por el que nos manifestaremos, discutiremos con los medios de comunicación, para que todo el Land conozca los hechos.
-Tengo cuatro hijos, soy testarudo como mi amigo Eugen y cuando me toque a mi sé que podría acabar igual. Pero esto es un locura. Además, he descubierto que miles de padres alemanes están unidos por este trauma y están de nuestra parte. Tenemos las espaldas cubiertas por la gente y esto nos da fuerza.
»Empezamos a protestar en enero y ahora se nos han unido miles de personas. Este movimiento es importante, porque sólo si se está informado es posible defenderse. Y si se corrompe a nuestros hijos hoy, el futuro de nuestro país pronto estará corrompido. Entonces ya no habrá solución.
(Traducción de Helena Faccia Serrano, Alcalá de Henares)
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