La cita del Prelado hizo que grupos como Pink Cross en Suiza y New Ways Ministry en Estados Unidos emprendan una feroz campaña mediática en su contra. El colectivo suizo ha entablado una demanda penal para usarla como precedente en casos similares.
Hasta el momento, explica Bill Donohue de la Liga Católica en Estados Unidos, más de una docena de grupos se ha plegado a la demanda contra el Obispo que, de ser hallado culpable de fomentar la violencia contra los homosexuales, podría ser condenado hasta a tres años de prisión.
En una columna titulada “Penalizando la Biblia”, publicada el 11 de agosto, Donohue señala además que en Estados Unidos el grupo New Ways Ministry, “una organización anti-católica” y “fraudulenta”, acusa al Obispo Huonder de ‘predicar palabras peligrosas’ y lo acusa de ‘encubrir a los que tienen prejuicios contra la gente LGBT y que podrían resultar en violencia y discriminación”.
Ante las acusaciones, señala la revista Newsweek, el Prelado pidió disculpas y dijo que sus comentarios han sido malentendidos. “Lamento si mi ponencia de 50 minutos en Fulda (Alemania), referida a la base bíblica del matrimonio y la familia, fuera recibida como crítica contra la gente homosexual”, indicó.
Esa, escribe el Prelado, “no ha sido mi intención. En la conferencia cité varios pasajes incómodos del Antiguo Testamento relacionados al matrimonio, la sexualidad y la familia. Quiero clarificar que de ninguna manera quise ir contra los homosexuales”.
Al respecto, Bastian Baumann, director de Pink Cross, dijo que “no hay duda en este caso de lo que él (el Obispo) habló: no ha habido malentendido. No necesitamos para nada la caridad o la misericordia de la Iglesia y no aceptamos sus disculpas”.
En opinión de Bill Donohue a los activistas del lobby gay “les gustaría arrestar al Papa Francisco, si pudieran. Después de todo, el Santo Padre ha condenado abiertamente la homosexualidad y la teoría de género. Concretamente él ha descrito los intentos de legalizar el matrimonio gay como ‘algo diabólico’ e incluso ha dicho que ‘la ideología de género es demoníaca’”.
“Los gays fascistas siguen escalando en Norteamérica y Europa. Su meta es penalizar la Biblia y destruir la libertad de expresión y la libertad religiosa”, concluye.