Al igual que ocurrió hace unos meses en un caso similar, un juzgado de Reino Unido ha dictaminado que una mujer discapacitada psíquica y que ha quedado embarazada debe someterse a un aborto.
No se ha facilitado la identidad de la mujer embarazada ni el lugar donde se ha dado el caso, sino únicamente las circunstancias y que estaría de 3 meses de gestación. El fallo judicial se emitió el 11 de octubre tras una audiencia en la Corte de Protección (Court of Protection) del Reino Unido, que maneja los casos que involucran a individuos que carecen de la capacidad mental para tomar decisiones por sí mismos.
Los encargados de sus cuidados quieren que aborte
El Sistema Nacional de Salud de Reino Unido había solicitado al tribunal que permitiera llevar a cabo el aborto para esta mujer discapacitada argumentando que seguir adelante con el embarazo sería perjudicial para la madre.
Eloise Power, la abogada que representa a la sanidad británica ha afirmado que los médicos y encargados de la mujer apoyan acabar con el embarazo. La mujer vive en el norte de Inglaterra y ha pasado la mayor parte de su vida en hogares de cuidado temporal. Sus encargados, que se describen como “cristianos y feligreses”, apoyan el aborto, según PA Media, un servicio de cable en el Reino Unido, y recoge Aciprensa.
El juez David Basil Williams escribió en su fallo que el aborto sería una “interferencia significativa” en la autonomía corporal de la mujer, pero también dijo que aceptaba que era lo mejor para ella y que continuar el embarazo podría dañar su salud mental y física. Asimismo, autorizó al personal médico a detener a la mujer y administrar un anestésico general durante el aborto si fuera necesario.
En junio se produjo un caso similar
La policía está investigando si el embarazo de la mujer fue causado por un acto de agresión sexual. Debido a que sus encargados médicos y su familia adoptiva están a favor del aborto, no se espera ninguna apelación de la decisión.
En junio de 2019 se produjo un caso con ciertas similitudes después de que la Justicia también dictaminase que otra mujer con discapacidad intelectual tenía que abortar. Sin embargo, en aquel caso tanto la mujer como su madre se oponían al aborto, y finalmente la decisión judicial fue revocada, aunque un juez pretende que, tras el parto por cesárea, se le implante a la joven un dispositivo anticonceptivo permanente, alegando que no podrá estar bajo control permanentemente para evitar otro embarazo.