No sólo tiene origen emigrante – una parte de la familia de Sonia Luna llega de México –, sino que esta joven mujer es lesbiana.

Experta en contabilidad, ha abierto una asesoría en Los Angeles y espera poder sacar ventaja de un nuevo programa que podría favorecer muy pronto a las empresas denominadas «gay» o LGBT, instituyendo en favor de las mismas una discriminación positiva para la obtención de contratos públicos y profesionales en California.

Sonia Luna ya ha sabido sacar partido de programas similares cuyo objetivo era ayudar a las mujeres y a las minorías étnicas.

Dos hechos la empujan a presentarse además en su calidad de mujer homosexual: las agencias federales, la National Football League (la Liga de Fútbol Americano) y más de un tercio de las sociedades «Fortune 500» – las empresas estadounidenses clasificadas por esta revista según sus cifras de negocio – ya animan las ofertas procedentes de sociedades dirigidas por gays, lesbianas y transgénero.


Por otra parte, una nueva ley de California exige a partir del 1 de enero a las grandes empresas de servicio público que declaren el importe de las sumas que han gastado en esas sociedades.

Todo basándose en el modelo de medidas tomadas para promover las posibilidades económicas de las minorías étnicas, las mujeres y los veteranos minusválidos…

Sonia Luna se alegra de estas ayudas afirmando que ellas le permiten estar «aún más orgullosa» de lo que ella es.

Su sociedad, Aviva Spectrum, debe por tanto ser oficialmente reconocida como perteneciente a una persona LGBT por la Cámara Nacional de Comercio Gay y Lesbiana: aportando tanto la prueba de la propiedad de la empresa a la que aspira como también todo documento que demuestre su preferencia sexual…


Setecientas empresas ya han obtenido el famoso certificado en el curso de los últimos diez años, mientras que la Cámara de comercio LGBT opera desde la llegada de Barack Obama en la Casablanca para promover la firma de contratos con estas sociedades por vía de la US Small Business Administration.

Esto respecto a las pequeñas y medianas empresas. En lo que respecta a las grandes, también ellas se movilizan más allá de California. Entre ellas: IBM, PepsiCo, ConAgra Foods, Marriott International y American Airlines.

Estas empresas llevan ya las cuentas de los contratos y los gastos en empresas socias LGBT.

No se esperan conductas similares por parte del gobierno federal; en todo caso, no durante la legislatura actual al estar el Congreso dominado por los Republicanos.

De momento, Obama empezó a exigir, a partir de 2009, que los distintos Departamentos no «discriminasen» en detrimento de LGBT y el lobby no pierde la esperanza de obtener un día un estatuto de minoría protegida para poder pasar a la discriminación positiva.

(Traducción de Helena Faccia Serrano, Alcalá de Henares)

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