Sin embargo, a partir de agosto el ex ingeniero civil ha tenido que dejar esta actividad: no porque esté enfermo, sino porque la Cruz Roja lo ha expulsado después de haber visto una foto suya con el cartel: “No al matrimonio gay”.
Con ocasión de la celebración de los primeros matrimonios gays en Inglaterra, Barkley se había presentado solo delante de la catedral de su ciudad, Wakefield, con dos carteles.
En el segundo se podía leer: “No a la redefinición del matrimonio”.
Por este motivo en mayo recibió una carta de Andy Peers, director de la Cruz Roja en Yorkshire, con la que se le informaba de haber sido oficialmente convocado por «motivos disciplinarios» respecto a «los principios fundamentales de la Cruz Roja».
Durante el encuentro, Peers le recordó que como organización la Cruz Roja no toma posiciones políticas sobre el matrimonio gay.
El 8 de agosto se le comunicó que no podría «seguir como voluntario» aunque Barkley, en su protesta, no implicó de ningún modo a la organización.
«Este es un caso chocante», ha comentado Colin Hart, director de Coalition for Marriage (http://c4m.org.uk), organización que se opone al cambio de la ley sobre el matrimonio y que ha ofrecido a Barkley ayuda legal.
«Durante 18 años Bryan ha ayudado a personas en Inglaterra a reunirse con sus familias en Oriente Medio, África y Europa del Este. Ahora, tras oponerse a los planes del gobierno de redefinir el matrimonio, ha sido expulsado».
Barkley ha contestado legalmente la decisión de la Cruz Roja el 31 de octubre, según informa el Daily Mail.
«¿Qué he hecho mal?», ha declarado. «Creo con convicción que el matrimonio es la piedra angular de nuestra sociedad y que debe ser entre hombre y mujer. ¿Por qué no se puede decir públicamente? En este país están sofocando la libertad de expresión. No tengo nada contra los homosexuales, pero no creo que el Parlamento haya representado la voluntad del pueblo cambiando la definición de matrimonio».
«El único crimen» de Barkley, continúa Hart, «es el de ser uno de los millones de personas normales que se han opuesto al cambio del gobierno. Lo que más molestará a la gente es que para la Cruz Roja el problema no son sus acciones, sino lo que piensa. ¿La política de la Cruz Roja es despedir a todos aquellos que apoyan el matrimonio tradicional?».
La organización se ha defendido diciendo que es «neutral». Pero este caso hace pensar en todo menos que en neutralidad.
(Traducción de Helena Faccia Serrano, Alcalá de Henares)
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