La asociación Abogados Escandinavos por los Derechos Humanos había organizado, junto a la universidad sueca de Uppsala y a su delegación ONU, un congreso internacional.
El acontecimiento, programado para el 15 de octubre pasado, debería haber tratado el tema del tráfico humano en Suecia y en Europa, presentando entre otros, el informe 2014 del Consejo de Europa sobre "Prostitución, el tráfico y la esclavitud moderna en Europa".
Entre los participantes a esta conferencia habían sido invitadas personalidades de fama internacional, investigadores de la misma Universidad de Uppsala, los miembros de la “Plataforma para la sociedad civil contra la trata de seres humanos” en Suecia y oficiales expertos de la policía.
Durante la conferencia, los Abogados Escandinavos por los Derechos Humanos habían decidido entregar el “Premio por la tutela de la dignidad humana” a la reina Silvia de Suecia y a su asociación, la World Childhood Foundation, por su actividad en la protección de los niños contra la trata. Hace unos meses la Casa Real había respondido con gratitud confirmando su presencia en este acontecimiento.
La conferencia fue suspendida unos días antes cuando la RFSU, la Asociación sueca para la educación sexual, conocida por sus campañas a favor de la educación con ideología de género, deploró dicho evento escribiendo que la presidenta de la organización de abogados, Ruth Nordstrom, era culpable de ser una defensora provida, alineada en defensa de una obstetra en la batalla para el reconocimiento del derecho a la objeción de conciencia en Suecia.
A la RFSU -entre otras cosas miembro de la mayor empresa abortista del mundo, la International Planned Parenthood Federation (IPPF)- se unió el periódico nacional Aftonbladet con un artículo en el que se acusaba a Ruth Nordstrom de querer "aprovecharse" de la reina para llevar a cabo «un golpe de estado» contra el aborto.
La campaña mediática surtió efecto. La Universidad, que incluso tiene como lema “Gratie, veritas, naturae”, dio marcha atrás.
La Casa Real explicó que visto que la elección del ilustre ateneo ya no era compatible con los compromisos de la reina, ésta renunciaba a la asignación del premio.
Los organizadores fueron informados de todo a través de los medios de comunicación, incluida la noticia de la cancelación de la conferencia.
Dos delegados del Parlamento noruego, que llegaron a Suecia el 15 de octubre para participar en el evento, declararon: «En una democracia liberal se debe dar espacio a personas que piensan de manera distinta a la mayoría, en especial en el ámbito de la vida y de la muerte. Para nosotros, lo que ha sucedido en Suecia es increíble».
Lukas Berggren, en un editorial en otro periódico sueco, el Världen Idag, ha subrayado que los «comentaristas, los escritores y los fabricantes de opinión que a menudo utilizan los conceptos de diversidad y tolerancia tenían una magnífica ocasión para poner en práctica su tolerancia. Mostrando que, no sólo solicitan tolerancia hacia los otros, sino que sobre todo la muestran hacia los otros - los disidentes. Esta es la verdadera tolerancia».
Nordstrom ha dicho que «es absurdo que por el hecho de que los Abogados Escandinavos por los Derechos Humanos defiendan la libertad de conciencia en Suecia se haya cancelado una conferencia internacional sobre un tema de tanta importancia».
¿Y los medios de información? «Han llevado a niveles muy bajos las difamaciones calumniosas».
(Traducción de Helena Faccia Serrano, Alcalá de Henares)