El obispo Bernard Fellay, superior general de la Hermandad San Pío X, ha valorado para Dici su reunión del pasado 23 de septiembre con el cardenal Gerhard Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
En la entrevista divulgada este viernes, señala que "permanecen las divergencias doctrinales que se manifestaron claramente con oportunidad de las discusiones teológicas de 2009-2011", pero al mismo tiempo apunta que "ni ellos ni nosotros deseamos una ruptura de las relaciones". Ambas partes "insisten sobre la necesidad de esclarecer las cuestiones doctrinales antes de un reconocimiento canónico". Este "deseo recíproco, en Roma y en la Fraternidad San Pío X, de mantener conversaciones doctrinales", tendrá lugar "en un marco amplio y menos formal que el de los precedentes intercambios", añade.
Fellay considera "serias y justificadas" las criticas de varios cardenales contra las proposiciones del cardenal Walter Kasper sobre la comunión de los divorciados vueltos a casar por lo civil: "En sus diversas entrevistas con los periodistas, él realiza esta distinción entre la doctrina y al pastoral. Recuerda en teoría que la doctrina no puede cambiar, pero introduce la idea de que, en la realidad concreta, hay situaciones tales que la doctrina no puede ser aplicada. Entonces, según él, solamente la pastoral está en condiciones de encontrar soluciones… en detrimento de la doctrina". Esta distinción entre la doctrina y la pastoral, dice Fellay, es "artificial" porque "la pastoral debe necesariamente derivarse de la doctrina".
El superior de la Hermandad San Pío X recuerda que en el postconcilio, "gracias a múltiples aperturas pastorales se introdujeron cambios sustanciales en la Iglesia y la doctrina se vio afectada": "Denunciamos la misma estrategia utilizada ahora contra la moral del matrimonio".