Dentro de poco se cumplirán 5 siglos de cristianismo en el país más católico de Asia, Filipinas. Los obispos locales quieren celebrarlo, pero hay elementos nacionalistas y populistas (empezando por el presidente del país, Rodrigo Duarte) que prefieren hablar mal de los 4 siglos de presencia española, y de paso del cristianismo.

El primer matrimonio cristiano: el rajá Carlos y la señora Juana

El 16 de marzo de 1521 la expedición española de Fernando Magallanes llegó a las islas Filipinas. En abril, en la isla de Cebú, Magallanes entabló relaciones amistosas con el rajá Humabon, que se bautiza con el nombre de Carlos, y su esposa con el de Juana (en honor al rey Carlos I y su madre Juana "la Loca"). Después, unos 700 isleños son bautizados. Así nació la Iglesia en Filipinas. Allí quedó la imagen del Santo Niño de Cebú, aún hoy veneradísimo, que se habría entregado a Juana, la esposa del rajá.

Entrega del Santo Niño de Cebú a Juana, la esposa del rajá Carlos (Humabon) en 1521; cuadro de 1965

Después, Humabon pidió ayuda a Magallanes contra su enemigo, el jefe Lapulapu de la isla de Mactán. La batalla de Mactán tuvo lugar el 27 de abril de 1521: 49 españoles contra unos 1.500 guerreros de Lapulapu. Por el tipo de costa, los españoles no podían usar sus barcos con 12 cañones, y los guerreros usaban flechas envenenadas. Murieron al menos 13 españoles, incluyendo Magallanes. El nacionalismo filipino 4 siglos después presentaría a Lapulapu como un héroe "filipino" frente a los "conquistadores".

Miguel López de Legazpi fue quien conquistó Manila (que era territorio vasallo del sultán de Brunei) y logró el control eficaz y la presencia estable española en 1565, con tan solo cinco barcos, 400 hombres y 5 monjes agustinos. El Rey Felipe le había pedido una conquista poco cruenta, Su nieto, Juan de Salcedo, con 45 hombres conquistó el norte de Luzón.

La santa Sede concedió a los filipinos privilegios que no tenían los habitantes de España, como quedar exentos de jurisdicción de la Santa Inquisición, no estar sujetos a muchos impedimentos matrimoniales y no tener que pagar diezmos ni primicias eclesiales.

El Santo Niño expresa la recepción de la fe, una maternidad sorprendente que ha sido muy fecunda para Filipinas

Protección contra piratas, acuerdos con sultanes

Muchos jefes pactaron con España para que les protegiera contra los piratas chinos, japoneses o los vecinos musulmanes. Hubo problemas con los sultanatos musulmanes de las islas, pero en 1645 se llegó a un acuerdo con los jefes musulmanes de Mindanao: los españoles reconocían la soberanía de los líderes musulmanes y éstos permitían a los misioneros cristianos predicar en territorios musulmanes.

Los franciscanos descalzos llegaron con Legazpi en 1578, los jesuitas en 1581, los dominicos en 1587, los recoletos en 1606. Había islas, población e infinidad de lenguas, dialectos y etnias para repartir, y un trabajo infinito por hacer. Con pocos soldados pero gran eficacia misionera, Filipinas llegaría a ser el país con más católicos de Asia: hoy lo son unos 84 millones de filipinos, aproximadamente un 83% de la población.

La riquísima historia de los 4 primeros siglos de Filipinas, bajo la Corona hispánica, es desconocida hoy por los españoles y también por los filipinos. Incluso los obispos filipinos parecen acomplejados por la historia.

"La colonización, un capítulo muy doloroso"

La evangelización es la “delicada línea derecha del amor de Dios” entre todas aquellas torcidas del colonialismo, que “sin duda representó un capítulo muy doloroso”, dijo en una misa reciente Romulo Geolina Valles, arzobispo de Davao y presidente de la Conferencia Episcopal.

Respondía a palabras anteriores del presidente filipino, Rodrigo Duterte, que el 6 de septiembre decía sobre el V Centenario: “¿Por qué me deberían interesar las celebraciones? Cuando Magallanes vino aquí trajo el cañón y la cruz”.

El día siguiente, Pablo Virgilio Siongco David, obispo de Kalookan y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, dijo que lo que la Iglesia celebrará en 2021 no será la ocupación extranjera, sino los 500 años de la fe cristiana. “Los nativos de estas islas lo recibieron como un don, si bien de personas no motivadas por el más pura de las intenciones”.

El arzobispo Valles añadió desde Davao: "Las celebraciones se refieren al viaje, el crecimiento y la profundización de nuestra fe con Jesús”.

Muchos piensan que quizá sería un buen momento para que la Iglesia española, los historiadores e hispanistas (en realidad, Filipinas era administrada desde México) y las congregaciones misioneras hagan un poco de divulgación histórica y expliquen como un puñado de misioneros y poquísimos soldados (recordemos: Luzón la conquistan 45 hombres) pudieron administrar, cristianizar y proteger una infinidad de islas muy pobladas y etnias en la otra mitad del planeta durante más de 3 siglos. La aventura de la Hispanidad asiática está aún por contar.