El prelado hizo esta pregunta durante la homilía de la misa de celebración de la fiesta del Corpus Christi, una homilía en la que defendió la gestión de la Iglesia y ofreció una serie de datos históricos, al celebrarse este ejercicio el 775 aniversario de la misma.
"Todos reconocemos que este templo fue construido por los musulmanes para el culto de su religión", anotó y recordó que "la historia nos enseña que anteriormente existía la basílica visigótica de san Vicente (siglos VI y VII), que fue derruida para construir sobre la misma el templo actual, muchas de cuyas columnas son expolia del templo anterior".
En el año 1236, cuando el rey Fernando III el Santo conquistaba la ciudad, continuó, "la antigua mezquita alhama fue salvada de la destrucción por las buenas artes del rey santo".
"Conquistada la ciudad, el rey entregó este precioso templo a la Iglesia católica, que lo consagró en templo cristiano", señaló y añadió que "a los pocos años, en 1239 fue consagrado el nuevo obispo Don Lope de Fitero como obispo de Córdoba y ocupó su cátedra en este precioso templo, que a partir de entonces se convirtió en Catedral".
"No es momento de discutir cuál es su nombre, sino de sumar esfuerzos para que el templo continúe siendo lo que es, al servicio de todos los que quieren visitarlo y para orgullo de todos los cordobeses", reconoció, si bien, matizó que "es indiscutible que la comunidad católica, que recibió este precioso legado y que lo ha conservado intacto y mejorado a lo largo de los siglos tiene derecho a tener su propia Catedral, el lugar de culto principal de la Diócesis, donde está la cátedra del obispo y donde todos pueden acudir al culto católico desde hace casi ocho siglos: 775 años juntos".
El prelado anotó también que existen casos similares a la inversa, como las basílicas cristianas, como la de San Juan de Damasco, construida por Constantino en el siglo IV y convertida en la Mezquita de los Omeyas en el siglo VII, o la catedral de San Nicolás de Chipre, en la ciudad de Famagusta, convertida en el siglo XVI en mezquita Lala Mustafá Pasa, después de la conquista del imperio Otomano en 1571 o Santa Sofía en Estambul, "que ha sufrido distintas adaptaciones".
A su juicio, "todo ello demuestra que la historia es una realidad viva y, por tanto, no es ningún atropello que un templo construido en su origen para un tipo de culto, cambie de culto si sus habitantes han cambiado de religión".
"La Catedral de Córdoba, antigua Mezquita y antes aún Basílica, es un caso típico en el mundo", sentenció.
Fernández indicó que la Iglesia de Córdoba "tiene desde hace 775 años su principal templo, su iglesia madre, la cátedra del obispo, su Santa Iglesia Catedral". "¿No tiene derecho una comunidad cristiana a tener su propia catedral?", se volvió a preguntar e insistió en que "este templo lo ha sido desde hace 775 años, ¿por qué ponerlo ahora en duda?".
"Esto no ha dañado para nada al monumento, sino que por el contrario lo ha dignificado, lo ha conservado, ha hecho de él un templo vivo y está abierto más que ningún otro museo para todo el que quiera disfrutarlo también desde el punto de vista cultural", destacó.
No se olvidó tampoco el prelado de ensalzar el trabajo de Cáritas en el último año y de recordar que ha atendido a más de 200.000 personas. Fernández también aludió a Karl Marx, de quien aseguró que dijo que "la caridad impide que los oprimidos se rebelen, se subleven".
"Según él, la caridad retarda la revolución del proletariado porque la caridad anestesia el impulso revolucionario, el único capaz de cambiar el mundo para hacerlo más justo", consideró.
Sin embargo, el obispo anotó que "la historia ha demostrado que esa ideología, el materialismo dialéctico, ha conducido un fracaso estrepitosos".
"Los países que han llevado a la práctica dicha ideología han experimentado un retraso notable en el progreso, que otros países y regiones han alcanzado, libres de dicha ideología", anotó.
Tras la celebración de la misa dio comienzo la procesión de la Custodia de Arfe, a la que acudieron casi un centenar de pequeños vestidos de Primera Comunión. La novedad de este año ha sido el cambio de itinerario por la celebración del ascenso del Córdoba y la procesión se celebró en el entorno de la Mezquita-Catedral y en horario vespertino.