El pasado 11 de mayo, el superior general de la Hermandad de San Pío X (FSSPX) pronunció una conferencia cuyo texto ha dado a conocer la página web de su distrito de Francia. Al explicar las relaciones de la Fraternidad con el actual Papa, el obispo Bernard Fellay afirmó que Francisco "ha leído dos veces el libro de monseñor Tissier de Mallerais sobre monseñor Lefebvre, y el libro le gustó. Él está contra todo lo que nosotros representamos, pero, como vida, le gustó". (La obra, una documentada biografía oficial del fundador de la FSSPX, detalla entre otras aportaciones la etapa del arzobispo Marcel Lefebvre [1905-1991] como misionero, así como su participación en el Concilio Vaticano II y sus posteriores conflictos con el Vaticano.)
Asimismo, monseñor Fellay explicó la ayuda que el cardenal Jorge Mario Bergoglio prestó a la congregación cuando era arzobispo de Buenos Aires, por un problema con el visado de residencia de sus miembros no argentinos. El gobierno ("que es muy de izquierdas"), con objeto de dificultar las cosas a la Fraternidad, les exigía para residir en el país la firma del obispo. "Había una solución fácil, declararnos iglesia independiente, algo que no queríamos porque nosotros somos católicos", explicó Fellay. Entonces acudieron al cardenal Bergoglio, quien les dijo: "No, no, ustedes son católicos, eso es evidente. Les voy a ayudar". Y, efectivamente, escribió una carta en su favor, que fue contrarrestada por el Estado argentino movilizando al nuncio en contra.
El superior de la FSSPX añadió un dato más: "Nuestro abogado ha podido reunirse con el Papa. Le dijo que el problema continuaba para la Hermandad, y le pidió que designase un obispo de Argentina con quien pudiese tratar para resolver el problema. El Papa dijo: «Sí, y ese obispo soy yo, prometí ayudar y lo haré»".
Según Fellay, Francisco también habría dicho, en relación a la Fraternidad: "Esa gente cree que voy a excomulgarles. Se equivocan". "Y ha dicho otra cosa bastante interesante", continuó: "No les condenaré y no impediré a nadie que vaya con ellos".
Monseñor Fellay no oculta sus diferencias con Francisco (como con todos los Papas postconciliares) en relación al Concilio Vaticano II, y considera "absolutamente imposible" un acuerdo. Pero explica así la actitud del Papa: "Es un hombre práctico, que mira a las personas. Lo que una persona piense o crea le es, en el fondo, indiferente. Lo que cuenta para él es que esa persona le resulte simpática y considere que va de frente".