Al contrario de lo que sucede en otros casos, en esta ocasión la diócesis presentó denuncia y la Policía ha actuado.
La Policía Nacional ha detenido en Palma a una mujer de 23 años, un varón de 24 y un chico de 17 años acusados de delitos contra los sentimientos religiosos.
Se les atribuye la interrupción de un acto religioso y la profanación de una ceremonia: sus penas podrían ser de entre 1 y 7 años de prisión (aunque sin antecedentes penales es muy difícil que lleguen a pisar la cárcel). Los artículos 523 y 524 del código penal castigan la alteración de ceremonias religiosas y la ofensa de sentimientos religiosos en lugares de culto.
Los detenidos son integrantes de la asamblea del grupo independentista Arran. El independentismo en las Baleares es absolutamente minoritario, muchísimo más pequeño que en Cataluña. Un portavoz de la agrupación juvenil independentista ha señalado que a sus compañeros se les ha detenido "por su activa participación política". Pero los eslóganes gritados en el asalto a la parroquia no eran políticos, sino de activismo abortista y cristianófobos.
Después de la protesta de miles de ciudadanos preocupados por la ola de agresiones cristianófobas de los dos últimos meses en España, las autoridades policiales parecen estar actuando con más eficacia.
Hace unas semanas también detuvieron a una joven acusada de haber intentado quemar la Iglesia de Santa Marina de Sevilla con un artefacto incendiario.
Este es el vídeo del ataque a la iglesia en Palma de Mallorca donde se puede ver el rostro asustado de muchos feligreses, sobre todo de señoras de cierta edad.
En los dos últimos meses se está produciendo una oleada de agresiones cristianófobas y ataques contra la libertad de culto en España, con varios formatos:
1) Irrumpir en medio de misa con gritos y pancartas (como en Sant Miquel en Mallorca y en Navidad en Sabadell, Barcelona)
2) Amenazar con pintadas en iglesias que impedirán el culto (como en la basílica de Yecla, Murcia)
3) Encadenándose en la entrada del templo (como en la catedral de Terrassa, Barcelona hace unos días)
4) Directamente intentando quemar la iglesia (como en Santa Marina, en Sevilla, donde ya hay una detención)