Un lobby gay de Cataluña ha pedido al fiscal general del Estado que abra diligencias contra el cardenal electo Fernando Sebastián por unas declaraciones. 

Según el lobby el cardenal dijo que la homosexualidad «es una deficiente sexualidad que se puede normalizar con tratamiento».

En realidad, lo que el diario Sur, de Málaga, publicó, fue una entrevista en la que el arzobispo emérito de Pamplona afirmaba: "digo que la homosexualidad es una manera deficiente de manifestar la sexualidad, porque ésta tiene una estructura y un fin, que es el de la procreación”.

Y añadía: “El señalar a un homosexual una deficiencia no es una ofensa, es una ayuda porque muchos casos de homosexualidad se pueden recuperar y normalizar con un tratamiento adecuado"


«Las declaraciones del nuevo cardenal español calificando la homosexualidad de ´deficiencia´ son absolutamente indecentes», ha declarado a Efe el portavoz del Front d´Alliberament Gai de Catalunya (FAGC) y presidente del Observatorio contra la Homofobia, Eugeni Rodríguez.

«Esta expresión atenta contra el marco jurídico español que protege como derecho fundamental la dignidad y la no discriminación en el artículo 18 y 14 de la Constitución», ha señalado Rodríguez.

El activista del lobby gay proclama que «declaraciones de este alcance homófobo son una clara incitación al odio y a la discriminación, comportamientos penados en el artículo 510 del Código Penal, y ponen en peligro la seguridad de miles de adolescentes homosexuales que ya de por sí sufren ´bulling´ homófobo», aseguró, siguiendo una estrategia victimista que los lobbies gays usan también en otros países: quien les critique, es cómplice de asesinato.

Las asociaciones LGTB han exigido, según Efe, «una rectificación pública y la desautorización de la jerarquía eclesiástica» y han invitado al fiscal general del Estado «a abrir diligencias ante unos hechos que generan alarma social».


Pero no parece que ningún fiscal vaya a ver "clara incitación al odio" en las palabras del arzobispo, ni tampoco un ataque a la dignidad o la igualdad.

Fernando Sebastián en su entrevista explicaba que que “el Papa extrema los gestos de respeto y estima a todas las personas, pero no traiciona ni modifica el magisterio tradicional de la Iglesia. Una cosa es manifestar acogida y afecto a una persona homosexual y otra, justificar moralmente el ejercicio de la homosexualidad”.

“A una persona le puedo decir que tiene una deficiencia que es lo que es, pero eso no justifica que deje de estimarla y ayudarla. Creo que esa es la postura del Papa, lo mismo respecto del matrimonio homosexual o los divorcios. Vamos a estar a su lado, pero la Iglesia no puede cambiar las exigencias de la moral”, ha comentado.

Sobre la palabra "deficiencia", Sebastián señalaba que no tiene nada que ver con ningún ataque contra el honor ni incitación al odio: él mismo, decía, tiene una deficiencia, padece de hipertensión, algo que trata de corregir. 

“El señalar a un homosexual una deficiencia-ha proseguido- no es una ofensa, es una ayuda porque muchos casos de homosexualidad se pueden recuperar y normalizar con un tratamiento adecuado. No es ofensa, es estima. Cuando una persona tiene un defecto, el buen amigo es el que se lo dice”, añadía en la entrevista el cardenal electo, un hombre de edad avanzada que no tiene mucho que temer.

Sebastián hablaba también del amor: “el amor siempre pide fidelidad y ser irrevocable. El amor humano es lo que es y la Iglesia tiene que defender la verdad y la autenticidad profunda del hombre, ayudando a todos, a los que lo realizan bien y a los que se equivocan o fallan”.


Como recuerda el digital ForumLibertas, las palabras del cardenal van en la misma línea que lo que dice la enseñanza católica respecto de la homosexualidad, que se resumen en tres artículos del Catecismo de la Iglesia Católica: 2357, 2358 y 2359. En estos artículos la Iglesia dice lo siguiente:

-Los homosexuales "deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta".

-La homosexualidad, como tendencia es "objetivamente desordenada", que "constituye para la mayoría de ellos (los homosexuales) una auténtica prueba".

-Apoyado en la Sagrada Escritura "la Tradición ha declarado siempre que "los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados", "no proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual" y por tanto "no pueden recibir aprobación en ningún caso".

-"Las personas homosexuales están llamadas a la castidad" y "mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana".


Sobre el Papa Francisco, Sebastián afirma que tiene “ese don de la eficacia que en la Iglesia no es tan fácil, porque en ella hay que gobernar siempre con el máximo de justicia y de consideración a las personas. Pero tampoco se puede descuidar la primacía del bien común. Por eso estoy convencido de que irá haciendo todo lo necesario para el buen testimonio de la Iglesia ante el mundo. Eso es un estímulo incluso fuera de la Iglesia, para que todos los gobernantes se animen a gobernar en favor del bien común y no de la condescendencia con los gritos y las presiones”.