Un autobús con imágenes reales de abortos, a gran tamaño y a todo color (con mucho rojo de sangre), mostrando los cuerpecitos descuartizados de seres humanos de 10, 11 y 24 semanas de gestación recorre las calles de Madrid desde hace unos días. 

Es una campaña promovida por una entidad de origen norteamericano, el Centro para la Reforma Bioética (www.abortionno.org),que usa el autobús como altavoz para remitir a su web, llena de vídeos y todos de este tipo, www.abortono.org

Su argumentación contra el aborto se centra básicamente, desde el autobús y la web, en mostrar fotos y vídeos de cuerpos de bebés abortados,troceados y ensangrentados. 

En su web española, por ejemplo, no hay enlaces a asociaciones que ayuden a mujeres en dificultades. La web española no ofrece ningún teléfono de contacto para ayudar a una mujer o una pareja con dudas o inquietudes... sólo un e-mail para quien quiera dar dinero para pagar más imágenes ensangrentadas.


Jorge Benito, portavoz en España de AbortoNo.org, declaró a la prensa española que no se debe seguir "ocultando por más tiempo" las "evidencias" de la "masacre". "Máxime cuando, como en la época de la esclavitud respecto a los esclavos o en la del nazismo en las que se trataba de no humanos a las víctimas, se dicen disparates tales como que el no nacido no tiene derechos humanos y que el aborto es un derecho", alega. 

Benito declaró que "en nuestra sociedad de la información mucha gente desconoce la realidad de la majestad inmensa del desarrollo prenatal y de la atrocidad indescriptible del aborto provocado". Jorge Benito entiende que "mostrar estas imágenes ayuda a aclarar este punto y a entender que la posición realmente extremista es la que permite y/o promueve el aborto a petición".

Con esta campaña, insiste, se pretende "despertar conciencias dormidas y sometidas al temor y a la ignorancia del discurso cultural imperante". 


La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, calificó como "terrorismo publicitario" la campaña, a través de su perfil en Facebook, afirmando que la campaña "hiere gravemente la sensibilidad de todas las mujeres que, alguna vez, han interrumpido su embarazo". La número dos de los socialistas pedía a la Delegación del Gobierno en Madrid que impida la exhibición de esas imágenes porque cree que se trata de una "campaña violenta". 


Benito admite que ante las imágenes del autobús hay reacciones de todo tipo: "hay gente que nos felicita, otros protestan, gritan, levantan el dedo índice o hacen pitadas con sus coches, otros tratan de pasar ignorándolo mirando para otro lado, otros nos hacen fotos, otros se quedan con la boca abierta". 

"Esto es bueno, porque muestra que la campaña funciona; en general la gente no queda indiferente, porque las imágenes obligan a la reflexión", ha concluido. 

Sin embargo, otras entidades provida consideran que las imágenes no llevan a la reflexión, sino a una reacción visceral de rechazo al discurso en defensa de la vida. 

Por ejemplo, como ya señalamos en ReL, en la región canadiense de Alberta, los 4 obispos católicos que acudían a las manifestaciones provida cada año, dejaron de hacerlo en 2011 en protesta por la presencia de este tipo de imágenes ensangrentadas de cuerpos mutilados de bebés. 

El arzobispo anfitrión, Richard Smith, de Edmonton, denunciaba que las fotos de bebés abortados "son ofensivas porque no honran la dignidad de los restos humanos y la dignidad de la persona humana". 


El arzobispo admitía que quizá las imágenes sangrientas disuadían a alguna mujer de abortar, pero por el contrario, también podían dañar a mujeres que abortaron, "se arrepintieron profundamente" y hoy marchan a favor de la vida dando testimonio a favor de las alternativas al aborto. 

Además, en las manifestaciones provida acuden muchos niños de edad escolar, que no están preparados para ver esas escenas horribles

Los obispos no se limitaban a quejarse, sino que daban alternativas a las imágenes sangrientas: "Una imagen mucho más efectiva que podría ser consistente con lo que proclamamos, serían las imágenes de niños vivos aún por nacer. Dicen lo mismo con mucha más belleza", proponía el arzobispo Smith. 


En su popular blog, Jennifer Fulwiler, activista pro vida católica que hasta 2007 era atea y durante mucho tiempo había sido "pro elección", explicaba por esas fechas los efectos contraproducentes de las imágenes sanguinolentas, que para usarse con eficacia necesitan cumplir, en su experiencia, 4 condiciones


"Cuando alguien te fuerza a ver algo desagradable, tu principal reacción es visceral, no intelectual. Te sorprende, revuelve, ofende y automáticamente diriges tu energía mental a retomar el control, por lo general, mirando a otro lado", dice. "Es improbable que alguien que vea por sorpresa un niño muerto razone mucho sobre el tema". Por el contrario, si se pide el consentimiento ("mira, si me permites te enseño unas imágenes sobre el aborto, que quizá te puedan herir, por eso te pido permiso...") puede resultar eficaz.


"Cuando me ponían delante imágenes gráficas en mi época pro-elección, no producían en mí ni una pizca de empatía. Pensaba que eran groseras, igual que una foto de una operación de apéndice, podía verla con asco todo el día sin conmoverme". Según Jennifer, si alguien piensa (por ideología, como en los genocidios de la historia) que "eso no es un humano" ninguna cantidad de fotos le impresionará. En cambio, para humanizar al niño por nacer, las imágenes de bebés en distintas etapas de gestación creciendo, moviéndose, son eficaces. 


"Incluso una persona indecisa sobre el tema del aborto probablemente se ofenderá si le imponen unas imágenes tan chocantes sin su consentimiento, y rechazará al mensajero, y con él al mensaje". Por eso es mejor primero establecer una relación de respeto, confianza, amistad, antes de poder enseñar, siempre con permiso, una imagen así. 


Cuando Jennifer un día, ya con una visión pro-vida, se permitió internalizar las imágenes, "estaba tan impactada e inquieta que expulsé el tema de mi mente, sin ideas de qué hacer con eso, simplemente decidí olvidarlo. Sólo cuando unos pro-vida se me acercaron y me invitaron a ser parte de la solución, ayudándome a procesar estos datos, esas imágenes llegaron por fin a ser de ayuda para mí".


Por lo general, los detractores de las imágenes sangrientas (que apenas se usan en las entidades provida españolas, excepto en entornos donde es posible hacer una "preparación" como la que comenta Fullwiler) señalan que esas imágenes no generan empatía hacia la víctima principal del aborto (el bebé), y que la sangre suele impedir la reflexión en muchas personas. 

Por ejemplo, en muchos videojuegos no se usa sangre roja, sino verde, y en los hospitales se viste de verde, y no de blanco, para impedir el efecto emotivo (no reflexivo) que causa el rojo sobre la tela blanca

Otros lo comparan con las explicaciones sobre temas sexuales: deben ser adecuadas a la edad del espectador, ir guiadas por los padres y siempre es mejor un dibujo explicativo que una foto: informa más asustando menos. 

Nada de eso se puede dar cuando un padre de familia, por muy provida que sea, se encuentra este autobús impactando a sus hijos en las calles de Madrid.