El nuncio de la Santa Sede en Estados Unidos, Carlo Maria Viganò, ha dirigido una carta al secretario de la conferencia episcopal estadounidense, Ronny Jenkins, "a petición de S.E.R. Gerhard Ludwig Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe". En ella plantea una serie de consideraciones sobre Medjugorje de las cuales pide informe a todos los obispos del país "tan pronto como sea posible" para "evitar escándalo y confusión".

Transcribimos a continuación el texto íntegro de la carta y reproducimos el original, tomado de la que parece ser la fuente originaria, Spirit Daily. Dicho portal da cuenta de la cancelación de dos conferencias de Ivan Dragicevic, uno de los videntes de Medjugorje, en las diócesis de Boston y Providence, previstas para los días 26 y 27 de octubre.


Reverendo monseñor Jenkins:

Escribo a petición de Su Excelencia Reverendísima Gerhard Ludwig Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, quien pide que los obispos de Estados Unidos sean advertidos, una vez más, de lo siguiente (cfr. mi carta de 27 de febrero de 2013, con el mismo número de protocolo). Su Excelencia desea pues que se informe a los obispos de que uno de los denominados videntes de Medjugorje, el Sr. Ivan Dragicevic, está previsto que intervenga en algunas parroquias del país, durante las cuales presentará el fenómeno de Medjugorje. Es más, se anticipa que el Sr. Dragicevic recibirá "apariciones" durante las intervenciones previstas.

Como usted conoce bien, la Congregación para la Doctrina de la Fe está investigando ciertos aspectos doctrinales y disciplinares del fenómeno de Medjugorje. Por esta razón, la Congregación ha afirmado que, en lo que se refiere a la credibilidad de dichas "apariciones", todos deben aceptar la declaración de 10 de abril de 1991 de los obispos de la antigua República de Yugoslavia, la cual afirma: "En base a las investigaciones realizadas, no es posible afirmar que hubo apariciones o revelaciones sobrenaturales". Se deduce, por consiguiente, que no le está permitido al clero ni a los fieles participar en encuentros, conferencias o actos públicos durante los cuales se dé por cierta la credibilidad de tales "apariciones".

Por tanto, y en orden a evitar escándalo y confusión, el arzobispo Müller pide que los obispos sean informados de este asunto tan pronto como sea posible.

Aprovecho esta oportunidad para presentarle mis sentimientos de la más profunda estima.

Queda sinceramente suyo en Cristo,
Carlo Maria Viganò