Todo empezó con una entrevista radiofónica. En La Zanzara, programa de la italiana Radio 24, preguntaron a Guido Barilla, presidente de la casa Barilla, que vende pasta (espaguetis, tortelini, etc...) por qué en sus anuncios no aparecen parejas del mismo sexo.

El empresario contestó: “No haremos publicidad con homosexuales porque nos gusta la familia tradicional. Si los gays no están de acuerdo, siempre pueden comer pasta de otra marca. Todos son libres de hacer lo que quieran porque no molestamos a nadie”.

El empresario incluso dijo que él no estaba en contra del matrimonio homosexual, pero que no era la imagen de marca que su empresa quería dar.

Y añadió que la marca “apoyaba a la familia clásica, en la que la mujer desempeña un papel fundamental”.

Durante muchos años Barilla ha utilizado en sus campañas la imagen de una familia feliz viviendo en una versión idealizada de la campiña italiana, con el lema : «Donde está Barilla, hay un hogar» .


Enseguida se desató una campaña mediática de acoso organizada por los lobbies gays, no sólo italianos sino internacionales, con denuncias de "homofobia" y "antigay", pese a que Guido Barilla había dicho expresamente que no se opone al matrimonio gay.

Además, competidoras de Barilla, como las marcas Buitoni o Garofalo, proclamaron a través de la red social Facebook que ellas daban cabida a todos, sin discriminaciones de ningún tipo. Y la empresa sueca de muebles Ikea se apresuró en presumir de haber sido la primera marca que incluyó a los homosexuales en sus comerciales.


Pronto Guido Barilla tuvo que explicarse -o retractarse- en Facebook con este comunicado:

“Me disculpo por mis palabras que han creado malentendidos o polémicas o que han herido la sensibilidad de algunas personas. En la entrevista simplemente quería subrayar la centralidad del papel de la mujer en el interior de la familia. Tengo el máximo respeto por los gays y por la libertad de expresión de cualquiera. Lo he dicho antes y repito que respeto el matrimonio entre gays. Barilla en su publicidad representa la familia porque ésta acoge a cualquiera y desde siempre se identifica con nuestra marca“.


Además, en Barilla.it, la web oficial de la empresa en Italia, se colgó en portada un comunicado titulado: "La posición de la empresa tras las declaraciones del presidente Guido Barilla".

"En Barilla, nosotros cuidamos de todo el mundo, sin distinción de raza, religión, creencias, sexo u orientación sexual. Nuestra misión es ayudar a las personas - a cada persona - a vivir mejor, con el bienestar y la alegría de comer bien cada día de su vida".

A continuación dan la definición de familia que tiene la empresa, sin usar la palabra "matrimonio homosexual" en ningún caso, pero tampoco hablan de matrimonio, ni de hombre y mujer, padre, madre, etc... Es una definición que vale para todo, es decir, para nada.

"Valoramos el respeto a la familia, entendida como una entidad que incluye a todos. Como se indica en el "Faro de Barilla ´- nuestro documento estratégico - promovemos la diversidad. La diversidad - en todas sus formas - es un objetivo claro que la empresa pretende. Barilla reconoce la diversidad - cultural, de género y competencias - como valores esenciales para el bienestar de la empresa. La integridad, la inclusión, la responsabilidad social y ambiental son los valores en los que nos vemos representado Barilla, el resultado de una sólida y reconocida en todo el mundo".

Después el comunicado habla de "cuidar el planeta", "medio ambiente" y finaliza así: "Seguiremos el ejemplo del reciente episodio para aprender, y aumentar el compromiso de promover el camino de la diversidad que Barilla ha realizado. A todas las personas - amigos, familiares, empleados y socios de negocios - que se han sentido tocados u ofendidos, le pedimos disculpas".