En Polonia, quien "insulte públicamente a la Iglesia" o interrumpa una misa por su actitud hostil u ofensiva podría ser condenado a tres años de prisión, de salir adelante la reforma legislativa propuesta por el socio polaco del gobierno, Solidarna Polska (Polonia Unida).
Según informa el portal especializado en información polaca Notes from Poland, los socios del partido de gobierno Ley y Justicia encabezados por el viceministro de Justicia Marcin Warchoł consideran que la ley vigente en Polonia "está llena de lagunas y fomenta el odio hacia quienes expresan convicciones religiosas". Por este motivo, dicen, no es raro ver "ejemplos impactantes de agresiones y profanaciones de símbolos religiosos".
Contra las blasfemias LGTB
Uno de los ejemplos aportados por Warchoł es la profanación de imágenes de la Virgen María, las interrupciones de misas o la vandalización de las iglesias sucedidas especialmente durante los desfiles LGTB. Tanto en estas concentraciones como en las que protestan por la creciente supresión del aborto, no es raro ver a los activistas homosexualistas portando imágenes de Jesús y María coronados por halos de la bandera LGTB.
Por ello, Warchoł expresó la necesidad de endurecer la ley vigente: "Necesitamos defender la libertad religiosa cuando [hay quienes] apuntan a expandir la libertad en otras áreas, como los derechos de las personas LGBT, en perjuicio de los cristianos".
Actualmente, quien "ofenda el sentimiento religioso insultando públicamente un objeto de culto religioso o un lugar destinado al ejercicio público de los derechos religiosos" es un delito penal castigado con hasta dos años de prisión.
Marcin Warchoł (1980) es Viceministro de Justicia en Polonia, Secretario de Estado Plenipotenciario del Gobierno para los Derechos Humanos y miembro del partido de coalición Solidarna Polska (Polonia Unida).
Hasta 3 años de prisión, ofendan o no
Sin embargo, el representante de Polonia Unida considera que este texto legal es impreciso o excesivamente dirigido a vandalizaciones que consigan su efecto. Por ello, el partido de Warchoł considera que la ley debe poder juzgar una mayor gama de casos de ataques a la fe, independientemente de que los creyentes se sientan o no ofendidos.
“Quien se burle o desprecie públicamente a la iglesia u otra asociación religiosa”, o a sus doctrinas y ritos, se enfrentará hasta dos años de prisión, o hasta tres años si cometió el delito “mediante el uso de los medios de comunicación”.
Los cambios propuestos también aumentarían el castigo por interrumpir ceremonias religiosas como misas y funerales con la misma pena.
La solicitud de Polonia Unida al partido de gobierno Ley y Justicia se produce en un contexto de aumento de los procesamientos ocurridos en virtud de la legislación contra la blasfemia, mientras la oposición cuestiona la labor del gobierno por suprimir lo que consideran "la libertad de expresión" y que no es otra cosa que blasfemia y odio a la fe.
La ley propuesta por Polonia Unida se refiere concretamente a casos de blasfemias públicas impunes, como las perpetradas por tres activistas que añadieron los colores de la bandera LGTB a los halos de Jesús y María el año pasado.