El 22 de marzo de 2008, Vigilia Pascual, Benedicto XVI en persona bautizaba a Magdi Allam, entonces un periodista de origen musulmán que desde las páginas del Corriere Della Sera denunciaba los excesos del islamismo y alababa las bondades de la civilización cristiana y occidental. En especial, alababa a Benedicto XVI por su discurso de Ratisbona, en el que señalaba que el Islam no somete su dios a un Logos, una razón.
Magdi Allam, que de niño conoció a Jesús en una escuela católica en El Cairo, decidió bautizarse con el nombre de Magdi Cristiano Allam.
Ahora, Allam anuncia -según explica en un artículo del lunes en La Stampa el vaticanista Marco Tossatti- que deja la Iglesia católica. Dice que seguirá amando al Jesús que conoció de niño, pero que siente que con la "papolatría" al Papa Francisco se ha abandonado a Benedicto XVI. También lamenta que la Iglesia leegitime demasiado al Islam. ¿Una semana de Francisco ha tumbado la catolicidad de Allam?
Ese mismo año 2008, en su libro "Gracias, Jesús" (Ediciones Encuentro, en español), escribe sobre su bautismo y conversión: "Ahora que soy cristiano, os confieso que no veo la hora de dejar totalmente de pensar y de hablar del islam, no más islam. No voy a pasar el resto de mi vida encajonado en la divisa ideológica de ex-musulmán. No pienso inscribirme, como hacen algunos, en grupos de ex-musulmanes, que casi se glorían y se sienten orgullosos de ser considerados como fugitivos del islam, constituyendo asociaciones de apóstatas del islam, como si se tratase de una nueva identidad. Por el contrario, quiero sumergirme cada vez más en la tarea de conocer y compartir la fe en Jesús. Estoy orgulloso de ser plena e incondicionalmente cristiano católico, de ciudadanía italiana, partícipe y defensor de la civilización occidental".
Sin embargo, estos buenos propósitos no acabaron de cumplirse. Siguió escribiendo una y otra vez sobre temas del islam. En vez de adherirse a una comunidad católica concreta y crecer, como decía, en el conocimiento de Jesús, se volcó en la política, porque la Unión de Centro (democristiana) le ofreció un escaño en el Europarlamento. Luego dejó el partido, pero no el escaño: unos días en Italia, otros en Bruselas. También hay quien considera que hay factores matrimoniales por medio: un matrimonio católico fallido y una segunda mujer.
Marco Tossatti escribe: "Después de su conversión, Allam esperaba una Iglesia que proclamase la Cruzada. No lo hará Benedicto ni lo hará Francisco: tal vez una Iglesia que intenta convencer con la palabra en vez de empuñar las armas no corresponde al proyecto político de Magdi Allam....".