Alexander Garth, el pastor luterano que predica en la histórica iglesia de Wittenberg de Martín Lutero –conocida como la “iglesia madre de la Reforma”– ha dicho que observa preocupado el sínodo de Alemania de la Iglesia católica, porque le parece que el sínodo está “forzando la protestantización de la Iglesia” y eso, dice, es un “camino equivocado”.
Pastor protestante y preocupado por la Iglesia
Según informó National Catholic Register, el pastor luterano de Wittenberg observa “con preocupación” este sínodo y otros movimientos similares.
No le convence, por ejemplo, el movimiento feminista María 2.0, que, imitando a Martín Lutero, clavó un documento con 7 tesis en puertas de iglesias alemanas. Sus tesis atacan a “la moral sexual enseñada oficialmente” o el celibato sacerdotal, que, insisten, “no es un requisito para el ejercicio de un ministerio ordenado”, entre otros.
Las feministas de "María 2.0" imitan a Lutero clavando sus 7 tesis en las puertas de las Iglesias.
Garth advierte, en una carta que ha publicado en la revista mensual alemana Vatican Magazin , que “un cristianismo populista y mínimo se convierte en el estándar eclesial que lleva a que toda la iglesia sea banalizada y el evangelio, diluido”.
Señala el pastor luterano que estos reformadores “encontrarían todo por lo que están luchando” en las iglesias protestantes, como “mujeres sacerdotes, una constitución sinodal, pastores casados o feminismo”.
Y, pese a tener todo eso, apunta Garth, “el estado espiritual y físico de la iglesia protestante es mucho peor, y las repercusiones de la secularización son aún más devastadoras que en la Iglesia Católica”.
Para el reverendo, este camino implica “una gran desgracia, porque este mundo necesita la espiritualidad católica, la fidelidad al Papa, devoción mariana y el ejemplo de los santos de la Iglesia”.
El mundo cristiano, añade, “necesita la identidad católica, y sería una gran pérdida para la Cristiandad si el color católico de la fe perdiese intensidad”.
Para el luterano Alexander Garth, este mundo necesita "la espiritualidad católica, la fidelidad al Papa y la devoción mariana".
¿Qué se discute?
El sínodo de Alemania comenzó en enero de 2020 y se extenderá hasta 2022. A lo largo de estos dos años, la jerarquía alemana discutirá cuestiones de disciplina, moral y sacramentos que ya han recibido la advertencia del Vaticano.
Uno de estos puntos es la fertilidad, cuestionada por el documento de trabajo empleado por los obispos alemanes, al afirmar que “las parejas del mismo sexo y otras parejas que no pueden dar a luz a una nueva vida tienen el potencial de una vida fértil”.
El documento que emplean los obispos afirma además: “honramos las diferentes orientaciones sexuales e identidades de género de las personas, así como sus relaciones de pareja a largo plazo, fieles y exclusivas”.
"No somos revolucionarios"
La jerarquía alemana tratará otras cuestiones como el celibato sacerdotal o el debate sobre las mujeres sacerdotisas. Pese a lo transgresor de las propuestas, algunos de los representantes del sínodo destacan que “no somos revolucionarios” y que solo “buscamos un camino para la Iglesia del futuro”, afirma el arzobispo de Bamberg, Ludwig Schick.