Que Facebook vetó anuncios provida durante el referéndum irlandés que el 25 de mayo de 2018 aprobó el aborto era algo conocido desde antes de su celebración. La compañía se amparó en las leyes que restringen las donaciones provenientes desde el extranjero durante los procesos electorales para impedir publicidad pagada por organizaciones internacionales, lo que también afectó a la campaña proabortista, y así The Abortion Rights Campaign, que había recibido fondos de la fundación Open Society de George Soros, tuvo que devolver 25.000 dólares. La decisión perjudicó notablemente a la causa de la vida, que contaba con menos medios y llevaba menos tiempo recibiendo apoyo exterior, y se estaba viendo también perjudicada por Google, Twitter y Youtube.
Pero Mark Zuckerberg desveló un detalle más el 26 de junio en el Aspen Ideas Festival de Aspen (Colorado, Estados Unidos), durante una conversación con Cass Sunstein, profesor de Derecho en Harvard, sobre los aspectos relativos a la innovación en internet, la protección de datos en la red y las regulaciones gubernamentales.
El CEO de Facebook contó que, cuando grupos provida estadounidenses quisieron pagar anuncios para influir en el referéndum, preguntaron al gobierno irlandés: "¿Qué quieren que hagamos? No tienen ustedes leyes que indiquen si debemos permitir este discurso en su referéndum, y no parece el tipo de asunto sobre el que tenga que decidir una empresa privada". La respuesta fue: "No tenemos ninguna ley al respecto, así que deben ser ustedes quienes tomen la decisión".
"Finalmente no permitimos los anuncios", confesó Zuckerberg. Es decir, que la censura no tuvo que ver en este caso con las restricciones legales, sino que fue voluntad libre de la compañía suscitar la cuestión del baneo -que planteó solo para la campaña provida- y resolverla de modo que favoreciese el triunfo del aborto en Irlanda.
Las alegaciones contra Facebook por parcialidad y censura han sido habituales en los últimos años desde ámbitos conservadores, hasta el punto de que Zuckerberg tuvo que dar explicaciones al respecto durante una investigación del Senado norteamericano sobre la filtración de datos de 87 millones de usuarios.
A preguntas de Ted Cruz, senador por Texas y ex aspirante a la nominación presidencial republicana, el fundador de la red social no pudo responder a la sucesión de hechos objetivos (entre ellos, Cruz citó el bloqueo de "dos docenas de páginas católicas") que muestran la parcialidad con la que actúan los miles de revisores de contenido de los que dispone, aunque insistió en que su "principio fundacional" es que la plataforma no tenga "ningún sesgo político".