A partir del próximo mes de marzo de 2024, en Canadá, las epidemias podrán "superarse" con la mayor efectividad posible: el Estado respaldará el asesinato de los afectados.
Aunque resulte sorprendente, si se admite que la creciente adicción a drogas como el fentanilo es considerada una "epidemia" sanitaria -se está tratando como tal en el país norteamericano- y que el gobierno del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, pretende incluir a los drogodependientes entre los candidatos a la eutanasia, el cóctel está servido.
Los adictos no son los únicos que podrán recibir la "asistencia médica al morir", como se denomina allí la ley de eutanasia, sino que también se pretende incluir a quienes sufren enfermedades mentales.
Libertad Digital se ha hecho eco de los últimos estudios que reflejan una realidad aproximada de la drogadicción en Canadá, recopilados por la periodista española residente en Vancouver Cristina Serrano.
Según los estudios, la media de edad de las personas que se inyectan drogas se encuentra entre los 28 y los 35 años, pero en no pocos lugares buena parte de los consumidores no llegan a los 20 años. De hecho, según un estudio de 1996 realizado en la ciudad de Quebec, en torno al 20% de los consumidores por vía intravenosa (CVI) son adolescentes.
La media de edad de las cinco investigaciones más recientes es de 32 años.
No se sabe si otras medidas adoptadas en el país canadiense para abordar la drogadicción tendrán consecuencias positivas para reducir los hábitos de consumo.
Una de las propuestas "piloto" es la aplicada en la provincia canadiense de Columbia Británica, que desde enero de 2023 ha despenalizado la posesión y consumo de drogas "duras" como mentanfetamina, morfina o fentanilo -esta última con cifras de mortalidad devastadoras- en pequeñas cantidades, hasta 2,5 gramos.
Se trata de una medida experimental que se aplicará durante los próximos 3 años, con el objetivo de generar confianza en los adictos y que se reduzcan las tasas de delincuencia de los mismos.
"La despenalización de las personas que consumen drogas acaba con el miedo y la vergüenza asociados con el consumo de sustancias y hace que se sientan más seguras buscando ayuda para salvar sus vidas", afirmó Jennifer Whiteside, ministra de salud mental y adicciones de Columbia Británica.
Sin embargo, la normalización en el consumo de drogas que podría implicar esta medida, unido a la inclusión de los drogodependientes como candidatos a la eutanasia, podría plantear que esta se extienda a un amplio espectro de edad.
El famoso youtuber "Zazza el italiano" se adentró en uno de los barrios zombie de Philadelphia asolados por el fentanilo.
Un rápido incrmento de la "pendiente resbaladiza"
Canadá es uno de los países donde la implantación de la eutanasia ha sido más acelerada. Legalizada en 2016 bajo el nombre de Ley de Asistencia Médica al Morir, se aplicó a adultos con enfermedades terminales, mayores de 18 años con una condición grave y sin solución cuya muerte fuese "razonablemente previsible".
En su primer año, poco más de 1000 personas la solicitaron.
En 2021 se incluyó en la ley a personas con afecciones graves, aunque estas no supusiesen una amenaza para la vida. El mismo año, la eutanasia ya era responsable del 3,3% de todas las muertes del país.
En 2022, hubo 13.241 muertes asistidas en frente a 10.092 en 2021, 7.611 en 2020, 5.665 en 2019, 4.493 en 2018, 2.838 en 2017 y 1.018 en 2016. El informe de 2022 también indica que el número de muertes asistidas aumentó un 31,2%, lo que representa el 4,1% de todas las muertes, recoge LifeNews.
Además de la inclusión de los adictos, el Gobierno canadiense de Trudeau ya propuso en febrero de este año legalizar la eutanasia también para los niños, las personas con enfermedades mentales y las personas con demencia que lo soliciten por adelantado
Aunque no es posible conocer las repercusiones de la inclusión de los drogadictos en Canadá, algunas organizaciones de adictos y activistas ya han considerado la próxima ley como "eugenésica", especialmente ante el alarmante número de adictos al fentanilo, la llamada por sus efectos "droga zombi".
Se calcula que unas 80.000 personas murieron por sobredosis de estas drogas opioides en Estados Unidos en 2021 y 8.000 en Canadá en el mismo año. Con semejantes niveles de adicción y muertes por sobredosis, los drogodependientes que no puedan enfrentar su adicción parecen estar entre la espada y la pared: o mueren por sobredosis, o por la "compasión" del Estado.