El Sínodo General de la Iglesia de Inglaterra estudia, a partir de hoy y hasta el día 21 de noviembre, discutir sobre la legislación que permita la ordenación de las mujeres como obispo, en el marco de una agenda que también incluirá la comunión anglicana y el desempleo juvenil.

Está previsto que los obispos anglicanos perfile el proceso legislativo para hacer posible que las mujeres sean obispo en la Iglesia de Inglaterra. Los debates para la aprobación definitiva tendrán lugar mañana. Para aprobar la legislación se necesitará alcanzar una mayoría de dos tercios.

El pasado día 9 de noviembre, el Gobierno británico anunció que el obispo Justin Welby será el próximo arzobispo de Canterbury, líder espiritual de casi 80 millones de anglicanos, cuyos grandes retos son precisamente el matrimonio gay y la ordenación de mujeres obispo.

Welby sustituirá en enero a Rowan Williams, el arzobispo del ala liberal que pasará a ser rector del prestigioso Magdalene College de la Universidad inglesa de Cambridge, después de diez años como primera personalidad religiosa anglicana. Welby, de 56 años, será entronizado el próximo 21 de marzo en la catedral de Canterbury.

El obispo ya ha declarado que votará a favor de la ordenación de mujeres obispo. «Votaré a favor y uniré mi voz a las de muchos otros que pedirán» la ordenación de mujeres obispos, dijo.

El debate sobre estos puntos, calificados por el mismo Welby como «muy duros», ha causado tal división que muchos anglicanos se han pasado a la Iglesia católica.

La Santa Sede creó en 2011 la Ordenación Personal en Inglaterra y Gales para los fieles anglicanos que han expresado su deseo de entrar en la comunión católica por su oposición a las medidas demasiado aperturistas de la anglicana.

Su llegada a Lambeth Palace, residencia oficial del arzobispo de Canterbury en Londres, se produce también en pleno debate sobre la labor espiritual de la iglesia en la crisis económica global.