¿Por qué una exigua minoría militante -sólo representa a una parte del 2 ó 3% de población que se confiesa homosexual- tiene un poder tan enorme que consigue cambiar Constituciones, deponer jueces, adoctrinar niños en la escuela o condicionar la parrilla televisiva?
Parte de la respuesta puede encontrarse en la reunión mantenida este 13 de noviembre en la City londinense, durante la cual la organización norteamericana Out on the Street, que maneja la agenda LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) en la Wall Street neoyorquina, hizo toda una demostración de poder. En el corazón financiero del Reino Unido, representantes de los principales bancos del mundo se comprometieron a "promover los derechos de los gay".
Hubo representantes de Bank of America Merrill Lynch, Barclays, Citibank, Credit Suisse, Deutsche Bank, Goldman Sachs, HSBC, KKR, KPMG, Morgan Stanley y UBS. Y uno de los participantes destacados fue Lord Browne, antiguo director ejecutivo de British Petroleum que dimitió en 2007 cuando se dieron a conocer detalles íntimos de su relación con el canadiense Jeff Chevalier, un joven que le acusaba de haberle dejado tirado en la calle tras vivir juntos como amantes con un nivel de vida que incluía, por ejemplo, cenas regadas por vinos de 3.700 euros la botella.
Según un portavoz de Out on the Street, se trataba en esta sesión de "promover los derechos de los gays en un ambiente donde a menudo son discriminados". Plegados a este criterio, los participantes discutieron formas concretas de forzar a las sociedades especializadas en servicios financieros a adoptar un programa de "igualdad" para el llamado colectivo LGTB.
"Es fundamental que los directivos de las grandes empresas y de la alta finanza se aseguren de que las personas que entran en la ´categoría LGTB´ estén presentes en todos los niveles del trabajo y no sean discriminados sólo porque deciden hacer pública su homosexualidad", declaró este martes Lord Browne.
Pero la razón por la que Lord Browne, de 64 años, tuvo que abandonar BP no fue su homosexualidad, sino el hecho de que se prevaliese de su cargo para ayudar a su amante a montar un negocio, y luego mintiese en los tribunales sobre las circunstancias en que le conoció. Cuando rompieron, intentó destruir la reputación del joven acusándole de ser drogadicto y alcohólico.
Sin embargo, no se trata sólo de "igualdad": "Con la diversidad hay ganancia asegurada", afirmó durante su intervención Alex Wilmot-Sitwell, de Bank of America Merrill Lynch: "Porque diversidad significa, esencialmente, más negocio".
De hecho, el programa de la cumbre incluye paneles en los que "expertos economistas" discutieron "el impacto de salir del armario en las carreras y oportunidades de negocio", "directivas lesbianas" dieron a conocer "cómo lograron el éxito en sus carreras" y "ejecutivos senior" explicaron "el papel de la igualdad LGTB en sus empresas y el impacto en las perspectivas de negocio desde la perspectiva del cliente".
La presencia de los grandes poderes financieros mundiales en la cumbre no es accesoria. En el comité de dirección, y junto al fundador de Out on the Street, Todd Sears, figuran:
- Mark Stephanz, de Bank of America Merrill Lynch;
- Jay Coleman, de Deutsche Bank;
- Brian Saluzzo, de Goldman Sachs;
- Jeffrey Siminoff, de Morgan Stanley;
- Andrew Sendall, de Citigroup;
- Jeff Davis, de Barclays;
- Ken Mehlman, de KKR;
- Charles Myers, de Evercore;
- Stephen Paine, de Credit Suisse;
- Andrew Wallace, de UBS;
- J. Andrew Ward, de KPMG LLP.
Y no se trata sólo de evitar la discriminación. Los objetivos de Out on the Street apuntan al cambio social, y así, reconocen abiertamente que, "a pesar de los progresos realizados en las políticas corporativas de las empresas, todavían quedan por llevar a cabo desafíos significativos para la comunidad LGTB. Las empresas y sus políticas corporativas pueden liderar los gobiernos y el cambio social".