Unió Democràtica de Catalunya entregó este viernes en Roma la medalla Carrasco i Formiguera al fundador de la Comunidad de San Egidio, el historiador italiano Andrea Riccardi.
"Los pueblos tienen derecho a decidir su futuro", subrayaba en su discurso Ramón Espadaler, presidente del Consejo Nacional del pequeño partido democristiano nacionalista, socio de Convergència en el gobierno catalán.
La medalla Carrasco i Formiguera premia cada año a personalidades públicas y asociaciones que trabajan "por la convivencia y la paz".
Espadaler recordó la figura de Manuel Carrasco i Formiguera, católico y nacionalista catalán, primero perseguido por la izquierda anticatólica pero finalmente ejecutado en Burgos en 1938 por su ideario político nacionalista.
"Defendió, como nadie, el derecho de Cataluña a ver reconocida su soberanía espiritual y el derecho de los catalanes a la libertad; hoy Cataluña lo sigue reclamando", proclamó Espadaler en Roma.
La Comunidad de San Egidio tiene fama como mediadora y negociadora en varios conflictos civiles e internacionales, aunque hay vaticanistas que aseguran que para la diplomacia oficial vaticana resultan muchas veces una complicación que interfiere más que una ayuda.
La medalla a Andrea Riccardi y su comunidad se entregó por su trabajo por "la paz y de la fraternidad" y por "los niños más pobres, los enfermos mentales y los mayores con menos recursos". Se alabó también su trabajo de diálogo entre religiones, que "puede hacer mucho por la paz".
Al acto acudió la vicepresidenta ejecutiva de relaciones institucionales de Unió, Joana Ortega, y los hijos de Carrasco i Formiguera, Rosa Maria y Raimon.
Durante la entrega del premio los representantes de Unió recordaron a otro homenajeado anteriormente, el disidente cubano Oswaldo Payá.
"Quisiéramos tener un recuerdo para otro de nuestros galardonados, el cubano y luchador por la paz Oswaldo Payá, recientemente fallecido en unas circunstancias extrañas y que hay que aclarar", dijo Espadaler.