En una entrevista en Buenas tardes Canarias, programa de la televisión pública del archipiélago, el obispo de Tenerife, monseñor Bernardo Álvarez, fue preguntado sobre cuestiones de sexualidad hasta llegar a cuestiones específicas sobre la homosexualidad. En ese momento, el prelado expresó la opinión de la Iglesia acerca de la homosexualidad y las prácticas homosexuales.
En cuestión de horas un auténtico vendaval mediático se ha desatado contra el obispo. Decenas de medios de comunicación se han hecho eco de sus palabras, o de parte de ellas, para criticarle y atacarle duramente porque haya relacionado la homosexualidad con el pecado mortal-
Tampoco desde el ámbito político han desperdiciado la ocasión para señalar al obispo de Tenerife. El propio presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres (PSOE) calificó de “inaceptables” las palabras de Álvarez y le aconsejó “salir y saber en qué mundo vive” ya que, según él, la homosexualidad y la heterosexualidad “son semejantes en respeto, ninguna está por encima ni por debajo de la otra”.
Pero partidos de otras formaciones como Podemos e incluso el PP también han criticado duramente al obispo. El diputado 'popular' en el parlamento regional Poli Suárez recordó a monseñor Álvarez que pecado es “robar o matar” pero no la homosexualidad.
Qué dijo exactamente el obispo y en qué contexto
Muchos son los ataques que ha recibido en las últimas horas el obispo, pero lo primero es saber qué dijo exactamente y en qué contexto lo dijo. De hecho, respondió específicamente a la pregunta del entrevistador, que dijo: “¿la homosexualidad es pecado mortal?”. A partir de ahí respondió, lo que dio los titulares de los medios de comunicación.
Para contextualizar las declaraciones de Bernardo Álvarez a la televisión canaria hay que remontarse a las preguntas precedentes del periodista. De hecho, fue previamente cuestionado acerca de la sexualidad.
El obispo recordó textualmente que “la sexualidad es algo innato a la persona humana. Y lógicamente la sexualidad forma parte de la personalidad, y cultivar una buena sexualidad es sano”. Sin embargo, alertó que del problema de la pornografía y la educación sexual que ofrece a los menores. Explicó que “las estadísticas nos dicen que la edad para empezar a ver pornografía es entre 11 y 12 años. Ya me dirás tú a mi si los niños están viendo pornografía qué conceptos tienen de la sexualidad. Si ya desde pequeños, antes incluso de que afloren en ellos los impulsos sexuales y la afectividad, ya tienen metido en la cabeza la pornografía no nos extrañe que luego haya concepciones de la mujer como objetos y todo ese tipo de cuestiones”.
Fue justo en ese momento cuando el entrevistador le preguntó directamente si la Iglesia no está “anticuada” sobre la homosexualidad.
Ahí el obispo fue prudente y diferenció claramente a la persona de las prácticas homosexuales. “La iglesia tiene unos principios con las cuestiones morales. Está ahí el catecismo y por tanto ahí no entro… Siempre digo que las personas son siempre dignas de todo respeto, las personas. Luego sus comportamientos son discutibles. A veces se dice: ‘estas ideas son respetables’. Todas las ideas son discutibles. Igual que usted discute mis ideas yo puedo discutir lo suyo. Lo que es respetable es la persona”.
Esta respuesta derivó en la pregunta de si se puede denegar la comunión a alguien. Igualmente el obispo citó las enseñanzas de la Iglesia al afirmar que “la comunión se niega cuando se está en pecado mortal y si es un pecado público”.
Llegamos finalmente a la pregunta que tanta polémica ha generado y por la que piden al Papa incluso la destitución inmediata del obispo.
¿La homosexualidad es pecado mortal?, preguntó el periodista.
Así han presentado al obispo de Tenerife en el canal de televisión La Sexta
Esto dijo monseñor Álvarez: “depende de la persona y la circunstancia. Para que una cosa sea pecado mortal hace falta que la persona sea consciente de que es pecado, que lo haga libremente y que no esté condicionada por nada, pero que sepa y que tenga conciencia de que lo que hace está mal, y a pesar de que sabe que está mal, lo hace, libremente sin ser condicionados por nada”.
Para aclarar el concepto de estar condicionado, de ser consciente y de ser libre pujo un ejemplo: “es como la persona que bebe y cuando bebe hace cualquier disparate. Y dice: ‘es que estaba bebido’. Claro, es que lo que tienes que hacer es no beber para no hacer lo siguiente. Porque lo que hizo fue sin darse cuenta”.
Lo que dice la Iglesia al respecto
Políticos y medios de comunicación se han apresurado a decir que lo dicho por el obispo no es lo que dice la Iglesia. Pero, ¿qué dice realmente la Iglesia sobre la homosexualidad?
La posición oficial está claramente especificada en el Catecismo de la Iglesia Católica. Este es el lugar al que acudir.
Los puntos 2357, 2358 y 2359 del Catecismo lo explican claramente. Refiriéndose a los “actos homosexuales" como "intrínsecamente desordenados" el Catecismo recuerda que son “contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso” (2357).
El siguiente punto del Catecismo, el 2358, recalca que los homosexuales “deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición”. Es decir, separa los actos homosexuales de la persona con tendencia homosexual, algo que intentó también recalcar el obispo de Tenerife.
Y ya en el punto 2359 la Iglesia expresa que “las personas homosexuales están llamadas a la castidad. Mediante virtudes de dominio de sí mismo que eduquen la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana”.
Esto es lo que dice la Iglesia, no lo que dicen que dice la Iglesia.
Testimonios que apoyan lo que predica la Iglesia
¿Es posible cumplir lo que dice el Catecismo? Absolutamente. Durante años, Religión en Libertad ha venido publicando numerosos testimonios de personas que han dejado la vida gay o que siguen manteniendo una atracción hacia personas del mismo sexo pero que aceptan las enseñanzas de la Iglesia y son felices viviendo en castidad o fraternalmente.
Estos son sólo algunos ejemplos de estos testimonios:
-10 testimonios de homosexuales que dejaron la vida gay y hoy son felices
- Afronta desde la castidad sus sentimientos homosexuales: «La ética sexual debe ser vivida por todos»
-Andrés, 18 años de «vida gay» y ahora acompañado en Alcalá: «La castidad ha significado libertad»
- «Tengo atracción hacia el mismo sexo desde los 13 años y no me ofende la enseñanza de la Iglesia»
-«Yo recibí ayuda en mi atracción hacia personas del mismo sexo y soy muy feliz»