La polémica suscitada en los medios italianos apenas tenía más fundamento que la marca de autor de la casulla: Giorgio Armani. De hecho, tampoco era la primera vez que la utilizaba su dueño, el obispo de Mazara del Vallo (Sicilia), Domenico Mogavero. La había usado en 2011 cuando se la regaló el diseñador, pero esta vez, al ser retransmitida la ceremonia por la RAI, adquiría una dimensión especial.

Se trataba de la primera misa en la nueva iglesia de Pantelleria, celebrada este domingo, y se revistió con ella. La prenda litúrgica fue adornada por el artista con una estrella de mar y con conchas y algas, en alusión al carácter marinero de la localidad, situada en el norte de una pequeña isla situada entre el sur de Sicilia y el norte de Túnez. Esta vez monseñor Mogavero se veía así envuelto en una polémica por una trivialidad, tras haberlo estado por motivos políticos de mayor calado, como fueron sus requisitorias contra Silvio Berlusconi para que dimitiese "por el bien del país", o su encuentro con Muamar el Gadafi.

Porque las razones de su atavío en la misa eran en este caso bien comprensibles: Armani pasa las vacaciones en la isla y es ciudadano honorario de Mazara del Vallo. Utilizar la casulla que él diseñó y regaló a la diócesis el año pasado fue "un gesto de agradecimiento y de reconocimiento a un creador muy especial de moda en Italia, que ama Pantelleria y para poner el gusto de la belleza al servicio del culto religioso y de Dios", explicó el obispo.